¿Quién ha ganado con la cumbre de la APEC?
Definitivamente el gobierno peruano, que logró acuerdos de libre comercio con China, va a iniciar uno con Japón y ya está en negociaciones con Corea del Sur y México. En tiempos donde los Estados buscan comunicar, dar una buena imagen, creo que es lo más valioso que ha conseguido el Perú. Ha quedado como un país serio capaz de organizar dos mega eventos exitosos en un lapso de menos de seis meses.
¿Por qué es importante un mega evento como este y proyectar la imagen del Perú?
Es importante porque dentro de la diplomacia pública hay un precepto denominado “el poder blando de las naciones” en el que se busca persuadir a través de una imagen el poderío que tiene una nación que no está basado en las armas –“el poder duro”–. El Perú ha cumplido esa meta de ser un país sólido con una organización seria.
Y si hablamos de perdedores a quien podemos mencionar…
Hay algunos que han perdido dentro y fuera de la cumbre. Los que han perdido afuera son los que se anteponen a lo que se iba tratar en esta cumbre, los países del ALBA, que además se van reunir estos días para hablar mal de la APEC y evitar que tenga éxito. Uno de los que pierde afuera también es el presidente boliviano, Evo Morales, que tuvo intentos de movilizar a sus agrupaciones indígenas a través de otras organizaciones indígenas en el Perú para protestar estos días.
Ante la respuesta del gobierno peruano y también del embajador peruano en La Paz, desistió un poco de sus intensiones.
Digamos entonces que la izquierda enmudeció durante la realización de la cumbre...
Ellos fueron los perdedores internos, que quisieron transmitir una imagen de inestabilidad y de recambio político. Me hablaba un periodista norteamericano que no había habido otro país que haya protestado menos contra Bush. Él consideraba que en Lima querían a Bush porque en otras ciudades decenas de miles de personas han protestado contra su presencia.
Y, ¿cuál cree que ha sido el factor de esta falta de movilización contra Bush y el libre comercio?
Si te pones analizar el mapa electoral del 2006 vas a descubrir una constante: Que Lima es una capital conservadora con respecto a las provincias. Y es conservadora porque tiene un motivo, la riqueza y los ingresos obtenidos por el crecimiento económico de los últimos años. Esto le quita mucha energía a los movimientos de extrema izquierda que quisieran levantarse contra el gobierno.
¿Concuerdas con la Declaración de Lima de que la solución a la crisis financiera es un mayor comercio?
Creo que sí pero dejando la retórica de lado. La Declaración de Lima dice que hay una apuesta por el libre comercio, pero la realidad nos dice que los principales países que se han opuesto al libre comercio han sido los países desarrollados como EE UU o la Unión Europea y no los subdesarrollados o emergentes.
Muchas palabras y buenas intenciones pero muy poca autocrítica...
Sí, esa es una de las cosas que debió haber estado más presente. El presidente de México, Felipe Calderón, recordó que la crisis financiera es un problema que viene de los países desarrollados y que se está expandiendo al resto del mundo.
¿Es realista el plazo de 18 meses para salir de la crisis como lo propone la APEC?
La verdad es que todavía no está muy claro cuánto va a durar esta crisis, cuánta es su extensión y profundidad. Las crisis anteriores en EE UU eran muy pequeñas y si ya se han planteado un plazo de año y medio estamos en una crisis comparada con la de 1929.
¿Crisis que también afectaría al Perú que crecería el próximo año un seis por ciento?
Va afectar al Perú definitivamente, tal vez menos que otros países. Nuestro país no es una isla, está interconectado económicamente a través de sus remesas, y de sus exportaciones. El dilema aquí es saber qué está fallando: El sistema capitalista en general, como algunos aseguran, o está fallando el sistema regulatorio del comercio.
¿Cuáles han sido los temas olvidados de la APEC? Unos hablan de los derechos humanos y la democracia.
Creo que sí. Hemos estado preparándonos un año y medio para esta reunión y había una agenda bastante ambiciosa que tenía que ver con derechos humanos, energía, combate a la pobreza, impulso al comercio. Sin embargo, la coyuntura internacional nos ha llevado que más del 80 por ciento del tema haya sido la crisis financiera. Creo que debió tener su espacio el apoyo a la democracia y a los derechos humanos, mucho más espacio que el que tuvo el tema del calentamiento global, que sí lo mencionaron pero muy poco.
La luna de miel con China
¿Que opina sobre la estrategia del Presidente Alan García de basar la relación con China en el tema comercial y olvidarse de temas sensibles como la democracia y el respeto a los derechos humanos?
Aquí hay que diferenciar lo que es política de Estado y política de Gobierno. Como política de Estado es muy importante que Perú se acerque a China, porque es parte de su supervivencia económica. Perú necesita por lo menos cuatro bloques muy importantes para que pueda diversificar su comercio: EE UU, la Unión Europea –con la que ya estamos negociando– China y los países asiáticos, y los países andinos. El acercamiento a China es una política correcta, pero esto no quiere decir que el Perú suscribe todas las políticas internas de ese país. Creo que hay foros internacionales donde nuestro país puede manifestar su opinión sobre observaciones en derechos humanos o democracia.
¿Hay que temer un TLC con China?
La verdad, dependiendo lo que se va a negociar.
Textiles no se va a negociar…
No, pero por un tiempo determinado, 14 ó 17 años. Así como no se tocará el tema de textiles, tampoco nosotros vamos a ingresar con productos como paltas o espárragos al mercado, como una forma de compensación. Lo que sucede también es que el Perú debe potenciar estos sectores para que sean competitivos.
¿Considera que Asia es el mercado del futuro?
Es una constante que cada vez más estos países asiáticos hacen un porcentaje más importante en el PBI mundial. El Perú debe negociar con las potencias asiáticas.
¿Por qué debería importarle el Perú a China?
Primero, porque el Perú es quizá el país que tenga más lazos culturales con China por la inmigración que ha existido –en los últimos 300 años–. Se habla de que habría más de un millón de peruanos descendientes de chinos, es decir, uno de cada 12 peruanos tendría algo de chino. Segundo, por su posición estratégica en el océano Pacífico. El Perú podría ofrecerle un puerto más cercano del que podría ofrecerle Chile.
Tarea pendiente con Chile
¿Que opinión le merece el que García haya aprovechado la cumbre de la APEC para estrechar las relaciones con Chile?
El Presidente ahí acierta, porque si bien hay competencia con Chile por tener mejores puertos, las relaciones bilaterales no son una suma cero, no son una operación a ganador, alguien también tiene que perder. Ambos, Perú y Chile, pueden ganar si pueden cooperar. Con Chile podemos potenciar una entrada al mercado asiático porque es tan grande que ningún país podrá comérselo solo.
Si bien el Perú y Chile podrían trabajar juntos en una gran estrategia hacia el Pacífico, aun tenemos deudas que saldar como el diferendo marítimo.
Sí y también es cierto que existe el hecho de que lo consideremos un enemigo histórico, hay una cultura de ver a Chile como el enemigo.
Pero hay ejemplos de enemigos acérrimos que han dejado atrás sus históricas diferencias y han cooperado como Francia e Inglaterra. ¿Qué obstaculiza el acercamiento con Chile?
Dos cosas. Primero, la experiencia histórica de vivir en carne propia lo que una guerra y eso los marca –a franceses e ingleses– para tomar la decisión de unirse o pelearse nuevamente. Segundo, es que no ha habido una cultura de paz entre Perú y Chile y esto no se va a solucionar hasta que se solucione el diferendo marítimo.
Soy un ferviente creyente de la teoría de la “paz democrática”, en la que dos países democráticos raramente o jamás van a la guerra entre sí.
Interés pasivo con EEUU
Respecto al tema con EE UU, en la APEC se vio que la relación bilateral parece agotarse con el TLC. ¿No hay otros temas importantes en la agenda entre Washington y Lima?
Sí, hay otros temas que van más allá de apoyos y donaciones. En realidad desde la época del gobierno de Alejandro Toledo nunca antes el Perú había tenido tan buenas relaciones con EE UU. Estas relaciones son normales, de interés mutuo, pero con un interés pasivo, que no apuntan a nuevos campos de integración política y económica más allá de lo establecido por el TLC. Esto tiene que ver con la aproximación que tiene EE UU en combatir la pobreza. Mientras que en Europa para combatir la miseria siempre se piensa en acuerdos integrales, que tienen que ver con cohesión social y potenciar aquellos que están en desventaja dentro de una sociedad, en EE UU se considera que los TLC crearán más empleos y de esa forma sacarán a más gente de la pobreza.
Pero el TLC con Perú es diferente...
Tengo entendido que el TLC con Perú hay conceptos en los que el Estado peruano se verá comprometido –y con problemas para cumplirlos– en particular en temas ambientales y laborales.
Transferencia militar rusa
¿Cuál es tu opinión sobre los planes de Rusia de construir una planta de reparación de helicópteros en el Perú?
Es una réplica de la oferta que le hizo EE UU a Chile años atrás. Cuando Santiago le compró los aviones F-16, la Casa Blanca le propuso instalar en territorio chileno una planta de mantenimiento de esos cazas, de tal manera que la nueva forma de transferencia de armas, no solo se agota en la misma arma, sino también hay una transferencia de tecnología, que es la transferencia de capacitación. Eso es a lo que apunta el Perú.
Parece increíble que no se lo hayan propuesto a Venezuela.
Creo que los venezolanos no se dieron cuenta que podían beneficiarse de este asunto. En el Perú tenemos, desde el gobierno de Velasco, ya 35 años comprando armamento soviético y ahora ruso.
¿Avizoras una cooperación militar más extensa entre Perú y Rusia, no al extremo de Venezuela?
El caso de Venezuela es simbólico. Chávez cree que está usando a los rusos dentro de la dinámica de enfrentamiento que tiene con EE UU. Son demostraciones de fuerza que busca revivir la Guerra Fría cuando ya estaba terminada.
Con respecto al Perú, las relaciones no son lo suficientemente maduras para que puedan salir más allá de la transferencia de tecnología militar.
Habían algunas empresas rusas en el Perú pero salieron, China en este caso tendría mayores posibilidades en insertarse en asuntos bilaterales.