Banner Tuvivienda
Jueves 18 de abril 2024   |   Contáctenos
REVISTA

RECICLANDO PAPEL… ELABORANDO OBJETOS

Unga
¿Quién podría imaginar décadas atrás que con papel supuestamente inservible se pueden hacer cosas muy útiles? Unga es una de las empresas pioneras en el trabajo de papel reciclado en nuestro país, que elabora desde agendas hasta mesas de noche.
(0)
RECICLANDO PAPEL… ELABORANDO OBJETOS
Preocupada por el medio ambiente y vestida con colorida ropa y llamativos collares encontramos a Glenda Gonzales. Seguramente si hubiera nacido en los sesenta, habría levantado la mano haciendo la señal de la victoria, gritando a voz en cuello ‘paz y amor’, criticando tenazmente a las grandes empresas por la contaminación ambiental y oponiéndose con fervor a la guerra de Vietnam.
 
Pero Glenda Gonzales nació en la militarizada Lima de los 70, y no en la frenética California de los años 60. Estudió Ciencias de la Comunicación pero llegó a la conclusión de que la comunicación no es ninguna ciencia y que la vida nos enseña muchas formas de comunicarnos sin necesidad de camuflarnos tras un monitor, refugiarnos en la escritura o emitir una lejana voz a través de las ondas de radio.
 
“Para expresar lo que nos perturba, lo que nos conmueve, lo que nos apasiona y por qué no, lo que nos gusta hacer, solo se requiere un poco de creatividad”. Con este pensamiento, a los 22 años de edad Glenda abandonó la universidad en su último semestre de estudio. Ahora lo dice con orgullo, teniendo la certeza que no hubo mejor decisión en su vida que alejarse de las aulas para prestar atención a las lecciones de la vida.
 
Sin embargo, la historia de nuestra emprendedora está íntimamente ligada a la universidad. “Me sirvió sobre todo para relacionarme, conocer amigos y personas que me ayudaron”, sostiene.
 
EMPRESA CON MICAELA
 
Si tuviéramos que encontrar a una culpable para esta odisea que es hacer empresa en el Perú, la señalada sería Micaela, amiga de estudio de Glenda y principal ideóloga de utilizar el reciclaje como medio de hacer empresa.
 
“Micaela, quien me animó a reciclar papel, me lo dijo en una época en la que el reciclaje ni se tocaba; era un tema desconocido, una cosa rarísima. Nosotras empezamos a reciclar papel sin haber estudiado nada referente al reciclaje, todo era en base a experimentación. De esta manera empezamos a hacer pequeñas libretas de papel reciclado, las cuales vendíamos en la universidad, a los amigos y familiares”, recuerda.
 
“Todos los trabajos eran súper elaborados, bien trabajados, cuidábamos todos los detalles, para hacer las libretas, utilizábamos flores que habíamos secado durante meses, botones, telas y otros objetos que recogíamos y que sabíamos se podían agregar a nuestro trabajo. Vendíamos nuestras libretas baratas, porque con ese dinero lo único que queríamos en ese entonces era tomarnos un par de cerveza después de clases”, rememora detalladamente.
 
Glenda jamás pensó hacer de este hobby un negocio rentable, pero Micaela estaba apasionada con la idea de hacer empresa; buscaba oportunidades en cuanto medio pudiera, leía periódicos y boletines, buscaba información en Internet y de esta manera se enteró de algunos concursos de creatividad empresarial para jóvenes emprendedores y microempresarios.
 
Postularon a estos concursos y como dice la canción “…la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida…”. Ganaron tres concursos, el primero: Has realidad tu negocio, les ofreció 3,000 soles por ser el primer puesto de la capital y 2,000 soles más por ocupar el segundo lugar a nivel nacional.
 
El segundo concurso: Creer para crear, les otorgó un préstamo bancario con un aval, dinero que utilizaron para implementar el taller. Y la tercera victoria la consiguieron en el concurso “Mujer empresaria” organizado por la emisora RPP y el Banco del Trabajo. “Esto nos motivó a que analizáramos mejor las cosas y asumiéramos el proyecto con mayor seriedad”, señala Glenda.
 
“Nos empezaron a salir pedidos más interesantes que venderle una libretita a tu amigo. La Universidad Católica nos pidió 500 libretas, las novias nos pedían partes matrimoniales, los fotógrafos nos pedían álbumes”, nos comenta Glenda, sin esconder la alegría que le produce recordar aquellos tiempos.
 
SE BUSCA NOMBRE
 
La empresa necesitaba un nombre y que mejor que acudir a esa interjección cavernícola que nos han mostrado las pantallas televisivas: Unga, sería la palabra elegida. Después de todo, la actividad que realizaban no distaba mucho de la de los antiguos nómades recolectores.
 
“En un principio nos subíamos a los árboles para arrancar las hojas, caminábamos errantes por parques y ciudades buscando ideas y materiales para agregarle a los cuadernos que elaboraríamos, recolectábamos papel que emplearíamos, en fin éramos unos nómades”, dice entre risas.
 
Unga tiene 10 años de funcionamiento y ocho años constituida como empresa. Actualmente elabora cuadernos, álbumes de foto, espejos, lápices, mesas de noche y cuanta cosa se les solicite pueden hacerla en papel reciclado. Últimamente ha incursionado en la moda, lanzando polos de llamativos colores y divertidos diseños.
 
Glenda reconoce que el constituirse como empresa formal les ha servido para asegura trabajar con compañías serias como galerías de arte, librerías, restaurantes e importantes hoteles y colegios.
 
No obstante, es un negocio estacional, pues lo que se produce y vende en Navidad es casi el 70% de toda la venta y producción anual, llegando a producir solo en este periodo más de 1,000 agendas, y un promedio de 3,000 cuadernos y pequeñas libretas. Las ventas se mantienen hasta marzo, pero en los siguientes meses el negocio presenta un descenso significativo. Por esta razón Unga ha incursionado en otros rubros como el diseño de ropa.
 
CONSEJO
 
Como empresaria forjada en la vida misma, Glenda aconseja a los emprendedores que hagan lo que les guste, porque ese es el motor que les hará salir adelante. “Si haces lo que te gusta vas a crecer sí o sí. Debes organizarte, ver el proyecto empresarial, ver el tema administrativo, legalizarte, invertir en formalizarse. Hay que estudiar el mercado porque no todas las ideas se puede aplicar al mismo mercado”, aconseja nuestra emprendedora.

Igualmente es relevante reconocer la importancia que tiene asociarse con otras empresas o socios, porque de lo contrario es más difícil crecer. “Uno no puede hacerlo todo, debe aprender a asociarse y a delegar. Tener tu contador, tu administrador, tu personal de limpieza, pero sobre todo uno debe trabajar duro; es mentira que cuando tienes tu empresa la tienes fácil, hay que trabajar más duro que cuando trabajas para otro”, sentencia. ¿Se anima usted a poner su propio negocio? Siga el ejemplo de Glenda y Micaela.

Participa:
COMENTARIOS
0 comentarios      
2018 Grupo Generaccion . Todos los derechos reservados    |  
Desarrollo Web: Luis A. Canaza Alfaro    |    
Editor de fotografía: Cesar Augusto Revilla Chihuan