HAY RIESGO DE MÁS EMBOSCADAS EN EL VRAE

¿Cuál era la situación de la zona al momento del ingreso de las Fuerzas Armadas?

Las Fuerzas Armadas ingresaron a la zona en cumplimiento de una estrategia diseñada por el Comando Conjunto. El Comando Especial VRAE trazó a su vez un plan para trabajar en la zona y la Operación Excelencia 777, de agosto del año pasado, fue la de mayor resonancia porque con ella se dio inicio a la toma de un lugar emblemático para los narcoterroristas: Vizcatán. Allí nos hemos establecido y poco a poco estamos haciendo más sólida nuestra posición.

Antes había campamentos de Sendero Luminoso, existía producción y traslado de droga e insumos químicos, principalmente en Bidón. Los mochileros transitaban diariamente, en la noche, transportando la droga, resguardados por los subversivos. No se puede decir que todo esto haya desaparecido, pero ha disminuido.

¿Cómo se inició esta simbiosis entre subversivos y narcotraficantes?

Sendero necesitaba dinero, así que cobraba cupos por el ingreso de insumos químicos y por la elaboración y el traslado de la droga procesada, a la vez que brindaba seguridad a los traficantes para evitar que fueran asaltados por delincuentes comunes que también existen en el lugar.

El narcotráfico, por su parte, necesitaba seguridad para llevar adelante su ilegal negocio. Además, Sendero actualmente siembra su propia hoja de coca, elabora su droga y la comercializa. Nosotros estamos luchando contra ambos, con ayuda de la Policía. Eso ha golpeado sus desplazamientos en la zona. Han tenido que buscar nuevas rutas. Para ellos, el negocio tiene que continuar. El territorio los favorece. Es inmenso, agreste, como usted ha podido ver.

¿Está cambiando la situación del VRAE con la presencia de las Fuerzas Armadas?

Está cambiando. Nosotros estamos asentados en el lugar. Es difícil, porque ellos tratan constantemente de recuperar la posición que han perdido. Se producen hostigamientos armados contra las fuerzas del Ejército, colocación de trampas explosivas. Corremos el riesgo de sufrir emboscadas en cualquier momento. Pero seguimos con el cumplimiento de nuestro trabajo.

Hay bases en Unión Mantaro, en Mazángaro, que son poblaciones que han crecido gracias a nuestra presencia. En Unión Mantaro, por ejemplo, se ve una población que ha crecido con nuestro ingreso. Al frente queda José Olaya, que era una población que no llegaba a las 10 casas. Ahora hay 40 casas alrededor de la base militar.

En Mazángaro pusimos una base en octubre del año pasado. Ahí existían cuatro o cinco casas aisladas. Ahora uno puede ver que alrededor de la base se han levantado más de 50. La población se junta en sitios donde se siente segura. Luego comienzan a exteriorizar sus necesidades: educación, salud.

En Unión Mantaro se ha construido un centro educativo de dos aulas que fue entregado en diciembre del año pasado. El Ministerio de Salud también tiene presencia en la zona. Tenemos planes de repoblamiento en otras comunidades. Las operaciones militares continúan mientras tanto.

¿Qué tan fuerte es la ideología marxista en este Sendero del VRAE?

Nosotros tenemos la percepción de que existen dos niveles. La parte ideológica fuerte es de la gente que tiene más tiempo aquí. Los más jóvenes quizás carezcan de esa formación. Ellos tienen otro tipo de motivación: la económica. Allí es donde uno duda de sus convicciones, que quizás no sean tal, sino más bien conveniencias.

¿Qué objetivos se han cumplido en el plano militar?

Estamos avanzando en la consolidación de puntos estratégicos que ya están bajo nuestro dominio, pero que requieren de un trabajo sostenido. No es fácil, debido al clima y a lo dificultoso del terreno. Estamos en una guerra. Siempre van a surgir problemas. Tratamos de hacer el mayor esfuerzo para evitar bajas. Avanzamos lentamente, con pies de plomo, porque no queremos llevar malas noticias a las familias de nuestros soldados. No nos podemos dar el lujo de equivocarnos. Hemos cumplido objetivos porque hemos entrado a zonas anteriormente dominadas por el enemigo. Continuaremos avanzando, tratando de nutrirnos del trabajo de Inteligencia para después montar operaciones militares basadas en ese trabajo.

¿Cuáles son las principales dificultades en los operativos?

El enemigo cuenta con armas modernas y abundante munición, a diferencia de los senderistas de antaño. Siendo esta una guerra, estamos expuestos a emboscadas y trampas con explosivos. Eso desacelera nuestro avance. No queremos tener gente mutilada por errores de planificación. Nuestra gente está muy bien equipada. Estamos entrenando permanentemente. En el VRAE no hay día de descanso. Todos los días entrenamos y salimos a operar. Para eso estamos acá. Para traer tranquilidad a esta región del país.

¿Qué tan cerca se está de capturar a los mandos senderistas Alipio, José o Gabriel? Pareciera que la Inteligencia no da resultados.

Estamos trabajando en ese sentido con todos los estamentos de Inteligencia a nivel nacional. En la medida que recabemos mayor información, vamos a avanzar hacia ellos. Mientras tanto, estamos trabajando en las zonas donde ellos supuestamente tenían el control. Les hemos quitado piso. Conforme pierdan presencia, van a tener que salir y entonces serán capturados. Hay algunos que tienen 20 años en el lugar y conocen el terreno a la perfección. Pero va a ocurrir un punto de quiebre y ahí estaremos nosotros.

¿Qué tan cercana es la labor del Ejército que combate a los senderistas, con la Policía que combate al narcotráfico?

Tenemos una estrecha relación con la Policía. En el Comando Especial VRAE tenemos un elemento de esa institución que trabaja con nosotros. Además se ha creado el Frente Policial VRAE a cargo de un general de la Policía, con quien yo personalmente coordino ciertas labores. Nadie puede hacer la guerra solo. Tenemos que integrar nuestros esfuerzos en una misma dirección.

¿Qué medidas se ha tomado para impedir el ingreso indiscriminado de insumos químicos en el valle?

Es cierto que ese ha sido uno de los principales motivos del fortalecimiento del narcotráfico. En el valle entran cantidades inmensas de kerosene, uno de los principales componentes de la pasta básica. Estamos trabajando con el Frente Policial, estamos estableciendo controles. Además, el Comando Conjunto, desde Lima, está haciendo las coordinaciones con los estamentos estatales encargados. No pueden existir grifos en comunidades que no tienen más de 20 casas y que sin embargo venden miles de galones de kerosene al año. Ojalá que este año obtengamos resultados para reducir el ingreso de insumos en la zona. Es otra manera de combatir al narcotráfico y a la subversión.

¿Cómo se convence a los pobladores de la zona de escoger cultivos alternativos como el café y el cacao si la hoja de coca les resulta más rentable?

Los agricultores tienen que escoger estos cultivos porque son lícitos. El cacao y el café son productos que les van a dar tranquilidad a ellos y a sus hijos. Entendemos que existe una situación económica en la zona que los empuja a escoger la hoja. Lo positivo es que existen proyectos del gobierno que están trayendo las vías de comunicación hacia esta zona. Esto va a agilizar la manera de sacar los productos agrícolas. Creo que mejorando y construyendo carreteras y trayendo la electrificación va a haber mejores posibilidades para ellos.

¿Por qué no se erradica sembríos de coca en el VRAE, a diferencia del Huallaga?

El organismo que tiene a su cargo la erradicación en el Huallaga, el Corah, no pertenece al Plan VRAE. Acá es Devida la que tiene a cargo el trabajo no de erradicación, sino de impulso de cultivos alternativos. Ellos están apoyando a las comunidades en ese sentido.

En agosto del año pasado se informó que en la localidad de Río Seco, en Pichari, las Fuerzas Armadas habían cometido ejecuciones extrajudiciales contra 11 pobladores durante una incursión militar. ¿Qué sucedió allí?

Lo que hubo fue un enfrentamiento entre pobladores armados e integrantes de las Fuerzas Armadas. El tema está judicializado. Nosotros estamos tranquilos, porque los resultados de las pruebas de absorción atómica demuestran que los pobladores dispararon armas de fuego. No nos hemos enfrentado a gente desarmada. Ellos dispararon contra nosotros y nosotros repelimos el ataque.

¿Qué pasos se está dando para acercar la labor de las Fuerzas Armadas con la población civil?

Nosotros tenemos una muy buena relación con la comunidad. A medida que avanzamos, esa relación se estrecha. Vamos asentándonos, desplazando nuestras bases, trabajando con los comités de autodefensa. Sobre todo, tenemos el apoyo del Estado al más alto nivel. Mientras avanzamos, el Estado avanza con nosotros, a través de sus instituciones en los distintos sectores: salud, educación, etc. Hace unas semanas les hemos dado el marco de seguridad para que hagan los estudios para la construcción de un puente entre Unión Mantaro y José Olaya. Hay una gran preocupación por parte del Estado de avanzar en el aspecto civil tanto como en el aspecto militar y policial.

¿Qué tan importante ha sido la creación de la Región Militar VRAE?

La Región Militar VRAE fue creada por la necesidad que había de unificar el Comando. A mí se me ha otorgado el comando de las dos grandes unidades que forman el Comando Especial VRAE. Eso ha facilitado el aspecto administrativo. Es mucho más fácil para mí disponer algunas cosas que antes debían pasar por otros estamentos.

Además, hemos recibido gran apoyo por parte del Comandante General del Ejército y del Jefe del Comando Conjunto. Este año yo ya he tenido visitas hasta en tres ocasiones del general Guibovich y del general Contreras. El primero, para analizar la mejora de las instalaciones de la base y el equipamiento del personal. El segundo, para ver cómo avanzan los planes operativos. Entonces hay muchísimo interés por parte de nuestro comando respecto al VRAE. Eso no sucedía con anteriores gobiernos.

¿Cómo considera que marcha el desarrollo socio económico en la zona?

El aspecto social no puede adelantarse. Tiene que llegar junto con nosotros y en algunos casos ligeramente detrás de nosotros para que podamos limpiarles el camino y les sea posible realizar su trabajo dentro de un marco de seguridad. Así hemos venido haciendo. Esas coordinaciones se llevan a cabo a través del Ministerio de Defensa. El doctor Antero Flores Aráoz está muy comprometido con la labor de las Fuerzas Armadas. Del ministro tenemos el apoyo que requerimos en el momento en que lo requerimos.

A través de su alianza con el narcotráfico, los remanentes senderistas han obtenido grandes cantidades de dinero. ¿Qué pueden haber hecho con esos miles de dólares?

Comprar armamento moderno y munición. Proveerse de equipos de comunicación. Alimentarse mejor, vestirse mejor. Entrar en comunidades y ofrecer dádivas a los pobladores con el objetivo de ganárselos. Por ese motivo, sería bueno que la Policía trabajara la Inteligencia Financiera junto con la Sunat. Ese dinero no se está quedando en negocios legales de la zona. Tiene que verificarse hacia dónde está siendo dirigido.

¿Qué objetivos se ha trazado su Comando para este año?