Una vez asumida la presidencia de
Efectivamente, es una manera clara de discriminación y xenofobia. Pero hay otras propuestas más lesivas contra los inmigrantes que están en juego en
Uno de los argumentos de Sarkozy para defender el endurecimiento de las políticas sobre inmigración es el hecho de que una gran cantidad de los inmigrantes ilegales es responsable de los delitos cometidos en los países de
Este punto es ambiguo. Porque, si bien es cierto que los delitos mayormente son cometidos por nacionales europeos, la proporción de delitos cometidos por inmigrantes comparada con la proporción de delitos que comete la población total es más alta. Entonces parecería que, efectivamente, los inmigrantes estarían cometiendo más delitos, cuando no es así. De cualquier modo, eso tendría más que ver con el status de los inmigrantes, el bajo nivel educativo y de ingresos, y no con la cultura de origen ni con el simple hecho de que sean inmigrantes. Además, hay ciertos delitos que se perciben más que otros. Los delitos de saco y corbata no son cometidos por inmigrantes. Por ejemplo, los grandes fraudes a entidades financieras o de estas contra sus clientes. Cuando se habla de los delitos que se atribuyen a los inmigrantes se habla de otro tipo de delitos, carterismo, delincuencia común, vagancia, entre otros, que si bien no son los más visibles, no son los más terribles que se cometen en Europa.
¿Es paradójico que Nicolás Sarkozy, nieto de inmigrantes húngaros que llegaron a Francia sin hablar el idioma, ahora exija que los inmigrantes tomen clases de la lengua del país al que piensan dirigirse?
Ciertamente, es por lo menos curioso. Es difícil que la primera generación cambie el idioma materno por la nueva lengua. Usualmente recién en la segunda generación se habla la lengua del país en el que se vive, y se entiende la lengua de los padres, pero no se la habla. En la tercera generación es cuando la lengua de origen se pierde por completo, además de la cultura. Este es un proceso común entre poblaciones de inmigrantes. Entonces, lo que pretende Sarkozy es forzar un proceso que de todas maneras va a ocurrir. Ahora, el hecho de que aprendan el idioma eventualmente los va a ayudar a insertarse en la sociedad a la que están llegando. Pero no solo es eso, prácticamente se quiere empujar a los inmigrantes a que abandonen la cultura de sus países de origen, para asumir valores culturales europeos. Ese es el problema.
Incluso Sarkozy quiere implantar también una "tarjeta azul" que funcionaría de manera parecida a la "tarjeta verde" que hay en Estados Unidos…
Claro. Esta tarjeta azul de Sarkozy parece ser una tarjeta para determinado tipo de inmigrantes que estarían calificados profesionalmente para trabajar en Europa y que sí serían bienvenidos, porque podrían aportar a la economía local. Hasta el color elegido es sintomático. Recuerda la pretensión de la realeza francesa de tener sangre azul. Sin embargo, acá el punto no es que unos sirvan y otros no. Los demás, aquellos que no estarían calificados profesionalmente, también aportan a la economía del país al que van. Ellos forman la mano de obra dócil, porque al no tener los papeles en regla tampoco les es posible sindicalizarse y obtener derechos. Y, cuando viene la época de las vacas flacas, como ahora, se les puede expulsar del país sin miramientos, después de que se les ha recibido en épocas de bonanza muchas veces haciéndose de la vista gorda.
Efectivamente. Incluso Umberto Bossi, el líder de
Estas declaraciones son, por lo menos, temerarias, en un contexto en que los ataques xenófobos contra inmigrantes legales o ilegales están creciendo en Italia. Porque los racistas se fijan en el color de la piel, en el acento, y no en si un inmigrante tiene sus papeles en regla o no. Esto es potencialmente irresponsable, por no decir delictivo proviniendo de un miembro del gabinete de un país democrático al menos en el papel.
José Rodríguez Zapatero ha criticado estas nuevas políticas de inmigración, afirmando que la solución a este problema no se logrará con leyes más duras sino con la cooperación hacia los países de origen de los inmigrantes. ¿Hasta qué punto es sincera esta "cooperación"? En todo caso, ¿quién es más sensato Zapatero o Berlusconi?
Sin duda alguna Zapatero es más sensato. Ahora, él está yendo en contra de la tendencia europea. Hay que recordar que la socialdemocracia que fue la principal fuera política en buena parte de
Sin embargo, a esa gran cantidad de inmigrantes se le dejó entrar en épocas de bonanza. Y ahora se les quiere echar.
Fueron recibidos bien porque cumplen funciones necesarias: cuidado de niños o de adultos mayores, trabajaos de baja calificación y bajo sueldo que los locales no quieren realizar, como la construcción en la época en que en España hubo un boom de la construcción. La opinión pública en ese entonces no tenía una visión desfavorable de los inmigrantes. Ahora que la economía española está entrando en recesión, el tema migratorio recién se vuelve un problema. Lo mismo sucede en toda Europa.
La opinión pública española se está volviendo contra los inmigrantes ante el aumento del desempleo y el bajo crecimiento económico. ¿Rodríguez Zapatero cederá?
No le va a quedar otra alternativa a la larga. Las normas garantistas que existen en España van a entrar en conflicto con las normas más restrictivas de