Jueves 25 de abril 2024 | Contáctenos
¿De qué manera el grupo ayudaría a fortalecer la democracia entre Perú y Francia?
El grupo tiene como objetivo encontrarse con sus homólogos peruanos, intercambiar sus experiencias en las prácticas parlamentarias para ver lo que funciona bien en un país o en el otro y conocer bien los problemas que se plantean.
Visto desde París tenemos varias lecturas de lo que ocurre en el Perú, pero no tenemos una comprensión profunda de su realidad. Entonces, a partir de estos encuentros bilaterales hay una mejor comprensión de los problemas políticos o financieros y podemos trabajar mejor en sus soluciones.
Hay, además, cada vez más retos en temas como el medio ambiente, las finanzas, entonces para que las cosas puedan mejorar se requiere que las autoridades se encuentren en todos los niveles, no sólo a nivel presidencial.
¿Cuál es la percepción que tiene Francia de las democracias en la Comunidad Andina?
Está claro que la situación es distinta en cada país, pero hay un punto en común que es la voluntad de mejorar la estabilidad política. Es el caso particular del Perú, donde hay una continuidad en las reformas económicas.
¿El tema ideológico es una valla para la mayor integración de la Comunidad Andina?
Yo no creo que haya vallas desde el momento en que hay una preocupación especial por el hombre, los términos pueden ser distintos, pero el objetivo es el mismo: El desarrollo de los pueblos. Siempre digo que en la Tierra no hay un solo camino, no hay por qué tomar un solo camino.
Nosotros en la Unión Europea, en Francia, no tenemos que darles ninguna lección. Hemos conocido periodos en mi país de nacionalizaciones y privatizaciones de empresas. El general –Charles- de Gaulle fue el que creó la industria aeronáutica, fue una decisión del Estado, y eso no quita que hoy ese sector esté privatizado. Eso demuestra que en la vida de un país puede haber situaciones distintas, pero que lo más importante es que el ciudadano de beneficie de cada etapa. Hay que ser respetuosos del camino que siguen unos u otros.
Pero en el caso de Hugo Chávez, separó a Venezuela de la Comunidad Andina.
Sí es cierto, pero fue una decisión propia. Además, y esto es importante recalcar, gran parte de las relaciones económicas de Venezuela pasan por Colombia –integrante de la CAN–. Venezuela todavía está implicada por las reglamentaciones andinas.
Nuestro trabajo no tiene como propósito dar juicios de valor sobre las políticas internas de otros países.
La integración va más allá del tema económico.
La integración es más que asuntos financieros. No podemos separa lo económico de lo cultural, de la preocupación por el medio ambiente, entre otros temas. Lo que sucede es que, según las circunstancias temporales, las prioridades son distintas.
En el Perú el Parlamento es una de las instituciones más desprestigiadas y hay un desencanto popular por la política. ¿A qué atribuyen este fenómeno que no sólo es local, sino también global?
En el mundo no es nada anormal que las personas que tienen dificultades en sus trabajos tengan un juicio de valor bajo de sus parlamentarios. Creen, con justa razón, que ellos deben solucionarles sus problemas, pero muchas veces no es así.
Yo soy parlamentario desde hace 20 años y en las últimas elecciones fui elegido con el 70% de los votos. No quiero juzgar sobre la problemática de los legisladores peruanos, pero creo que la clave está en encontrar maneras distintas, novedosas, de solucionar los problemas de la gente común.
Por último, ¿cómo va la cooperación legislativa entre Perú y Francia?
Sólida y con buenas perspectivas para el futuro. Hasta ahora hemos modificado la composición del grupo de amistad francesa. Al principio nuestro grupo se refería al conjunto de los países sudamericanos, de tal manera que uno podía encontrarse cada ocho años con los peruanos. No se pueden crear relaciones profundas si nos vemos cada ocho años, ¿cierto?
Por ello, separamos un grupo de amistad para Brasil, otro grupo para Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay y otro grupo para los países andinos. Esto nos permitirá vernos de manera más regular y afinar la cooperación.
Quizá intercambiar experiencias para mejorar la actuación del Congreso.
Creo que si nos vemos más seguidos podemos beneficiarnos de las experiencias mutuas. Por ejemplo, en esta última visita hemos abordado el tema de las composiciones de las comisiones parlamentarias. Nos hemos planteado preguntas, ver que estaba bien, qué cosas podíamos cambiar.
Nosotros en Francia tenemos solo seis comisiones parlamentarias y cada congresista sólo puede permanecer a una sola comisión. Aquí en el Perú hay 13 o más comisiones y los parlamentarios pueden integrar varias de ellas. No sé cuál será el mejor sistema, pero comparando el funcionamiento de cada uno se pueden sacar valiosas enseñanza. Eso es lo más importante para nosotros.