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"DIME CON QUIEN ANDAS..."

Hugo y Evo, ¿amigos por siempre?
Sí, el dicho es viejo, pero es inevitable aplicarlo a la 'amistad' que hoy perturba incesantemente la paz, la justicia y el orden en Bolivia. Qué duda cabe, que nos referimos a Evo Morales y Hugo Chávez, Presidente de Venezuela, incansable en su intromisión en el país mediterráneo.
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'DIME CON QUIEN ANDAS...'

Hoy, sin medias tintas, es posible afirmar, lamentablemente, que el poder de Hugo Chávez en Bolivia ha llegado a límites inexplicables e insoportables para una nación soberana. Veamos...

Cuando el 21 de junio pasado se produjo un atentado terrorista en Yacuiba, Tarija, a un canal de televisión opositor al gobierno, un día antes de realizar ese departamento el  referéndum autonómico, se habló de "terrorismo de Estado". Y sí, motivos había: su principal actor fue el subteniente Georges Nava, quien trabajaba en Palacio de Gobierno como miembro de seguridad de don Evo.

¿Cómo se le descubrió con armas, municiones, celulares y dinamita? Aunque parezca absurdo, después de dinamitar las instalaciones del canal, la camioneta 4x4 en la que se desplazaba se estrelló, suscitando la presencia de la Policía que acudió para ver lo qué había pasado, encontrando a Nava junto con otros acompañantes, además de un arsenal de armas.

Pero hay más. Lo que afirmó hace pocos días el asesor legal "Budget Bolivia", empresa internacional especializada en el alquiler de vehículos", con sede en Santa Cruz, ante la Comisión del Senado que investiga el hecho, paró los pelos de punta a más de un parlamentario. Corroboró la intromisión venezolana en Bolivia: la camioneta usada para el atentado y con la cual, -obviamente, por la cantidad de armamento y dinamita-, se pensaba utilizar para otros actos terroristas, fue alquilada por... la Embajada de Venezuela ¡Increíble, pero cierto!

¿La respuesta del gobierno boliviano y de la embajada en cuestión? Mutis, ni una palabra… Lo que sí se difundió hace pocas horas es el ingreso a Bolivia, con autorización expresa del canciller boliviano David Choquehuanca, y por supuesto libre de impuestos, de 140 camionetas 4x4  "para el uso de la Embajada venezolana…"

Sí, y a pesar de esto, resulta alarmante la indiferencia de la mayoría de la población boliviana ante este flagrante hecho. Una indiferencia que también se evidencia en el caso de las cédulas de identidad –el equivalente de el DNI en el Perú-, cuyos nuevos registros, desde hace más de un año, son "asesorados" y "realizados en cooperación con expertos hermanos venezolanos".

Lo más preocupante es que ya se ha demostrado ampliamente que miles de cédulas no solo fueron otorgadas indiscriminadamente y sin orden ni concierto, sino que también miles de ellas son duplicadas y asignadas a personas distintas o inexistentes.

Un hecho que, a decir de los principales analistas políticos, no solo significa una grave intromisión sino, principalmente, la estrecha colaboración extranjera en un gran y grave fraude, cuando faltan pocos días para el referéndum revocatorio, proceso electoral impuesto por el gobierno, pese a todos los aspectos cuestionados por tirios y troyanos: dado que las reglas favorecen abiertamente a Evo Morales, o la nula objetividad del presidente de la Corte Electoral, quien es un periodista abiertamente inclinado hacia el partido de gobierno desde sus notas editoriales.

Y es que en este referéndum revocatorio, que se llevará cabo el domingo 10 de agosto, se decidirá, mediante el voto popular en los nueve departamentos del país, quién se queda y quién se va: Evo Morales o los prefectos departamentales que, en su mayoría, son de oposición al gobierno central.

Y sí, usted no se equivoca: la propaganda electoral es exagerada y asfixiante, basada en acusaciones y despectivos calificativos entre contendores. Claro que, a un costo altísimo, más aún de parte del gobierno que en 10 días de campaña gastó 800,000 dólares y que no desperdicia un solo espacio en los medios de comunicación ni en ninguna esquina de cada calle de las grandes poblaciones y asentamientos rurales   bolivianos.

Y penosamente, para millones de bolivianos, esta 'lucha por el poder' de "Estado contra el Estado" en Bolivia, -ya que a él pertenecen tanto el Primer Mandatario, como los prefectos departamentales-,  ha llevado a este país a un escenario en el cual la situación política rebasa totalmente el marco jurídico.

Y es que hoy, sin  duda alguna, no existe la institucionalidad en Bolivia, y nadie, en ningún aspecto, vive seguro, menos aún, claro está, si se trata de inversionistas o representantes de organizaciones pertenecientes a países que pretenden colaborar con Bolivia para erradicar su creciente y acuciante pobreza.

Y para muestra un botón. El 6 de agosto, Día Nacional de Bolivia, Evo Morales –de acuerdo a sus propias revelaciones-, pondrá en su discurso presidencial, punto final al accionar de las AFP en Bolivia: a partir de ese momento el Estado boliviano será el  único que maneje el Sistema Nacional de Pensiones… En otras palabras, 3,000 millones de dólares pasarán a manos estatales y serán los burócratas del gobierno quienes los manejarán.

Pero volvamos a la abierta intromisión de Hugo Chávez. Hoy, Bolivia se ha endeudado sin control con Venezuela. Ahora, debe a ese país más de 600 millones de dólares que incluyen una carretera y los "fraternales" cheques con la firma del Presidente venezolano, que don Evo reparte entre las autoridades del interior del país, sin planes ni para fines concretos.

Sin duda, Hugo Chávez no pone freno ante sus afanes ¿expansionistas? A Evo Morales, -no olvidemos-, se suman sus incondicionales "amigos" y seguidores como el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que recibió sin ningún desparpajo a una comisión de las FARC y de quien Mario Vargas Llosa afirma, en un artículo publicado en el diario El País de España, "debería estar pudriéndose en una cárcel" por las  muchas iniquidades cometidas y el abuso sexual al que sometió, durante más de 20 años, a su hijastra Zoilamérica Narváez,  quien lo denunció ante la OEA.

¿Peligro a la vista?

Lo que sí ha preocupado a la población boliviana, que ve sorprendida cómo los venezolanos y cubanos vienen a vivir y a trabajar con mayor frecuencia a Bolivia, principalmente para el gobierno, es el viaje que Hugo Chávez realizó a Rusia el pasado 21 de julio, llevando una extensa 'lista de compras' que abarcaba  desde la adquisición de ametralladoras, tanques y buques de guerra, hasta la inversión venezolana en una fábrica de fusiles. Un viaje que después lo llevó a Nicaragua y posteriormente lo trajo a  Bolivia.

Una gira que Chávez coronó con una contundente declaración: "se está perfilando un nuevo intento de agresión contra Cuba. Y no sólo contra Cuba. Venezuela está también en la mira…" Clara advertencia  al presidente norteamericano George W. Bush.

Pero,  ¿y sus "amigos"? En el caso de Bolivia, por obra y arte del gobierno de Evo Morales, su posición, la de "país aliado", la involucra en los planes de Chávez como lo señala claramente el tratado firmado a comienzos de año entre las Fuerzas Armadas  de ambos países: mutua cooperación en caso de agresión.

En resumen, hoy Bolivia se encuentra en la que sin duda es la más severa crisis de su corta democracia. Veinte años que ahora, por la imparable inflación, que ya lleva más del 20 por ciento, la inestabilidad política y una probada manipulación gubernamental de los movimientos sociales, parecen desvanecerse en la práctica, frente a un proceso electoral desigual y que no conduce de ninguna manera a una concertación. Sino, lamentablemente, a más violencia y confrontación.

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