POSTRES LIMEÑOS

Innovaciones que la habilidad y creatividad de Lissette Monje, barwoman de la Escuela Gourmet Bar, y el equipo de esta prestigiosa escuela se han permitido patentar para que hoy encontremos entre la barra y el antojo de un buen bebedor, más que cantidad de alcohol; tradición, calidad y buen gusto.

Una propuesta que a partir de ahora se expande en el interesante mundo de la coctelería peruana. Y es que los dulces limeños, tradicionales y exquisitos por naturaleza, han encontrado también un espacio significativo y una ubicación inmejorable que dependerá de la aceptación de quienes quieran aprender los secretos de su preparación, las innovaciones de su creación y el sabor que tienen por ofrecer.

El pisco, como no podía ser de otra manera, es el cómplice ideal en esta nueva aventura. Los postres toman de su preparación original, la esencia; y del licor peruano, esa magia envolvente que los hace únicos en su especie, que los hace sabrosos y novedosamente subyugantes. 

El dulce que exhibe su original receta, es casi imperceptible, pues la combinación de elementos y la buena disposición en su elaboración, permiten un sabor ligero, alguno de ellos, un poco más empalagoso que otros, pero finalmente para todos los gustos hay…

En copa o en taza, como bien lo proponen sus creadores, con cucharita o a sorbos, con un decorado simple o algo más elaborado, los cocteles de mazamorra morada, mousse de lúcuma o suspiro a la limeña, están ya en el mercado y puestos al servicio de los mas fieles parroquianos de algún bar de moda o de alguna barra sofisticada de las frías, pero inacabables noches limeñas.

CON CUCHARITA

Sin haber dejado de ser un postre, el suspiro a la limeña, tiene la esencia del manjar en la base de la copa de Martini, en la cual se puede exhibir con justicia sus conocidos secretos. Sin embargo, la nota chispeante la pone el merengue hecho a partir de los insumos del pisco sour, eso es lo que añade el grado de alcohol a su inicial presentación.

La mezcla de sabores resulta compacta si optamos por recoger el dulce fondo con la cucharita y la llevamos hacia la superficie para dejarnos humedecer con el refrescante y embriagante sabor del merengue.

En la mezcla está el gusto. Quienes deseen empalagarse de dulce, pueden optar por este postre con visos de trago, al que no le faltará más de un asiduo simpatizante del pisco sour, en un merengue bien constituido, como nos lo presenta Lissette.

UN COCTEL TIBIO

La tradicionalidad de la mazamorra parece haber tomado otro rumbo, gracias a la innovación de este preparado que ha convertido en coctel, el afamado postre limeño.

Una preparación, que no difiere de la que ya conocemos, a la que se agregan frutas como manzanas, membrillo, peras, piña, melocotones o duraznos, además de guindillas y guindones, como los lleva la mazamorra en su versión conocida. La particularidad de su preparado es que así tibia, en toda su esencia va a la licuadora, para ser mezclada con pisco, cherry brandy y un chorrito de limón. Y como no podía ser de otra manera, una pizca de canela en polvo para completar la obra.

Lo demás pertenece a la experiencia personal de quien lo pruebe, así tibio, acidito, muy limeño…

CHANTILLY PARA LA DECORACIÓN 

Si bien es cierto que el mousse de lúcuma no se constituye como postre tradicional, ya que la data que se tiene de su presencia en nuestra repostería limeña, no se compara a la de los dos postres anteriores; sin embargo, es importante indicar que la lúcuma, en esa revaloración que en los últimos 20 años se viene haciendo de los productos bandera de la cocina peruana, ha obtenido un importante sitial en la inclusión de preparados tanto para la cocina como para la repostería.

Una copa de Martini es también celosa guardiana de las riquezas de su sabor y su seducción.  En una mezcla enamoradiza de leche condensada, huevos, jugo de limón, pulpa de lúcuma y gelatina sin sabor, para darle consistencia, confluyen también, pisco, crema de coco y licor de cacao; que servirán para quebrar el virginal sabor de la fruta. Batido, ligeramente espeso y decorado con chantilly, se ofrece nuestro tercer postre, en esta delicia de dulce y alcohol, de tradición e innovación.

Postres que han venido de un origen limeño y se establecen ahora para el mundo, gracias a la creatividad de los bartenders de Gourmet Bar y a la generosidad de nuestra repostería familiar.