Martes 23 de abril 2024 | Contáctenos
Primero fue el juez uruguayo Jorge Larrionda, quien en el minuto 38 del Alemania - Inglaterra no convalidó un remate de fuera del área del volante inglés Frank Lampard que cruzó medio metro la portería germana antes de que el arquero Manuel Neuer pudiera despejar el balón a campo contrario.
El partido iba en ese momento 2 - 1 a favor de los teutones. Un minuto antes, los británicos habían descontado por intermedio del defensa Upson. Si Larrionda hubiese cobrado el gol de Lampard, el marcador se habría puesto 2 - 2 y quizás la historia del segundo tiempo habría sido otra.
Es cierto que posteriormente los alemanes anotaron dos goles más, pero en un deporte en el que, además de la técnica individual y la táctica grupal, intervienen aspectos como una adecuada disposición psicológica, quizás ese gol no cobrado aniquiló moralmente a los ingleses. Jamás se repusieron.
En el caso del Argentina - México sucedió algo parecido. A los 24 minutos del primer tiempo, el atacante gaucho Carlos Tévez anotó de cabeza a dos metros de la portería azteca. Pero estaba en clara posición de fuera de juego. Sin embargo, el árbitro italiano Roberto Rosetti marcó el gol.
Del mismo modo que los ingleses, los mexicanos jamás lograron restablecerse del golpe anímico que significó aquella mala decisión arbitral. El marcador final fue de 3 - 1 a favor de los sudamericanos. Los aztecas quedaron eliminados.
ERRORES Y HORRORES
No han sido los únicos errores arbitrales en Sudáfrica. En el partido entre Brasil 3 - Costa del Marfil 1, el árbitro francés Stephane Lannoy convalidó un gol de Luis Fabiano aunque el delantero tocó dos veces la pelota con un brazo. En el mismo encuentro, expulsó a Kaká a pesar de que solamente había levantado un hombro para protegerse de un rival, sin intención de agredirlo.
En el partido Estados Unidos 2- Eslovenia 2 de la primera ronda, el árbitro de Malí Koman Coulibaly anuló un gol legítimo del estadounidense Maurice Edu. En el EE. UU. 1- Argelia 0, el belga Frank de Bleeckere invalidó un gol del norteamericano Clint Dempsey por una supuesta posición adelantada que no existió.
En el México 2 - Francia 0, el volante Javier Hernández estaba fuera de lugar cuando anotó el primer gol mexicano, pero el réferi saudita Khalil Al Ghamdi lo cobró como válido.
En el Eslovaquia 3 - Italia 2, el árbitro inglés Howard Webb anuló un gol del italiano Fabio Quagliarella en el minuto final que habría empatado el marcador, por una supuesta posición adelantada. La derrota eliminó a Italia.
Estos errores arbitrales se suman a algunos grandes errores históricos en los mundiales. En el Mundial de México 86, los ingleses se quejaron de la "mano de Dios" con que Diego Maradona los eliminó por 2 - 1.
Pero los ingleses también habían celebrado un error arbitral cuando el réferi del Mundial de 1966 que se celebraba en su país validó el "gol fantasma" de Geoff Hurst con que ganaron a los germanos 4 - 2 y que posibilitó que se coronaran campeones mundiales.
Más recientemente, en noviembre de 2009, Francia derrotó a Irlanda en su repesca mundialista con un gol de William Gallas en la prórroga después de que Thierry Henry se ayudara con una mano.
¿VIDEÍTO MANDA?
Estos errores han reavivado la polémica sobre si debe o no tomarse en cuenta la tecnología para discernir correctamente las jugadas dudosas durante los partidos de fútbol.
No es un tema reciente ni mucho menos, aunque la FIFA se ha negado en todos los idiomas a aprobar esta posibilidad. El secretario general de dicho organismo, Jérome Valcke, afirmó pocas horas después de los partidos de Alemania - Inglaterra y Argentina - México que se podría evaluar la introducción de dos nuevos asistentes para ayudar al árbitro principal, pero descartó la utilización del video.
Sin embargo, Joseph Blatter, presidente de la FIFA, anunció que el empleo de la tecnología sería considerado en la reunión de la Asociación Internacional de Fútbol (IBAF, por sus siglas en inglés), órgano encargado de la reglamentación de este deporte, que tendrá lugar en Gales después del Mundial.
La FIFA ya ha realizado algunos experimentos donde la tecnología ha adoptado un papel preponderante. En el Mundial Sub 17 celebrado en nuestro país en el 2005, se ensayó la pelota con chip, que avisaba al árbitro mediante un dispositivo si el balón había ingresado en su totalidad al arco.
Algo parecido sucede en el tenis, donde en algunos torneos se utiliza una pelota con chip que emite un sonido cuando sale del campo de juego, ayudando a los jueces de silla y al árbitro general a ser más justos con sus decisiones.
En deportes como el rugby, el básquetbol o el futbol americano también se emplean tecnologías similares, además del video, para colaborar con los árbitros y contribuir a que sus decisiones sean acertadas.
No obstante, a inicios de año, la IBAF decidió finalizar con estos ensayos y dejar que sean los árbitros quienes sigan tomando las decisiones. "La tecnología no debe entrar al deporte", declaró en ese momento Jérome Valcke. "Debemos confiar en los seres humanos y mantener al fútbol como un deporte humano, aunque haya errores".
Aquellos que están a favor del uso de la tecnología aseguran que así este deporte sería más justo y no se producirían errores graves como en este Mundial. Los que están en contra afirman que los errores de los árbitros condimentan un deporte en el que la pasión, la emoción y la espontaneidad juegan un rol principal antes que el raciocinio y la perfección. ¿Quién ganará?