Don Evo ha logrado casi el 66 por ciento de aprobación ciudadana, alto, comparado con el 54.6 por ciento obtenido en diciembre del 2006… Hasta ahí, todo aparentemente bien… Pero, también lograron una gran votación ratificatoria los cuatro prefectos o como ahora se les llama en sus regiones, los ‘gobernadores’ de los cuatro departamentos ‘autonómicos’ y más ricos de Bolivia: Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija.
En resumen: Evo Morales y sus cuatro opositores a ultranza, siguen compartiendo el poder en Bolivia… a pedido del voto popular. Y sus posiciones son absolutamente distintas y, hasta hoy, irreconciliables. En otras palabras: Bolivia continua polarizada, pero ahora más radicalmente debido a la legitimidad otorgada por el pueblo a través de las urnas.
Para los periodistas nacionales e internacionales, así como para la Comisión Observadora de la Organización de Estados Americanos (OEA), el mensaje del pueblo boliviano a través de sus votos es claro: llegó el momento de dialogar, concertar para evitar la división de Bolivia.
La pregunta gira en torno, sin duda, a que si ahora están dadas las condiciones para que eso sea posible. Juzgue usted. La noche del domingo 10 de agosto, una vez conocidas las primeras cifras de la elección “en boca de urna”, la posición de ganadores y perdedores empezó a ser expuesta a la población.
Sí… porque hubo perdedores: el prefecto de La Paz, José Luis Paredes. A quien Don Evo, el 6 de agosto, día patrio, mandó a decir que no fuera a las celebraciones en dicha ciudad, dado que ahí iban a estar él y sus colaboradores, puesto que no podían trasladarse y encabezar las celebraciones en Sucre -capital de Bolivia- dada la negativa de los lugareños a permitírselo. Había perdido en la llamada ‘sede de gobierno’; en la que, dicho sea de paso, Morales logró casi el 90% de aprobación electoral.
Otro perdedor: un aliado de los cuatro departamentos de la ‘media luna’, el prefecto de Cochabamba, quien se niega a aceptar su salida. Afirma Manfred Reyes Villa que seguirá gobernando desde cualquier lugar y se dice desde ya que será candidato incluso a la Presidencia de la República. ¿?
Y claro, el gobierno también perdió un alfil: el prefecto de Oruro, no obstante que este departamento, sumado a La Paz, Cochabamba y Potosí, conformó la lista de regiones que lograron que Don Evo tuviera a su favor un porcentaje de votación tan importante. Es decir, los cuatro departamentos del ‘occidente’ boliviano, zona mayoritariamente indígena de este país mediterráneo.
Por su parte Sucre, departamento donde don Evo ‘no tiene pisada’, que no votó por ratificar o revocar a su prefecta, Savina Cuellar, quien había sido elegida hacía solo dos meses atrás, sí lo hizo en lo concerniente al referéndum nacional, votando en contra de Evo Morales.
Pero, ¿qué dijo el presidente Morales de su triunfo? Contra todo pronóstico y por primera vez en su mandato, dejó de lado los ademanes, gestos y palabras triunfalistas u ofensivas, y en un mesurado discurso pronunciado frente a miles de personas, llamó a la unidad del país: “juntando la Nueva Constitución Política del Estado con los Estatutos Autonómicos”. Estos últimos, aprobados por las poblaciones de los cuatro departamentos ‘rebeldes’ en recientes referendos desconocidos por el gobierno.
Y más adelante, don Evo señaló, dirigiéndose a los prefectos ganadores: “los invito a sumarse a esta revolución democrática para garantizar la nacionalización de nuestros recursos naturales, para atender las demandas sociales y terminar con la extrema pobreza de los bolivianos y las bolivianas”.
Un discurso que empezó en el balcón de Palacio de Gobierno con el Himno Nacional, entonado con el puño izquierdo en alto y concluyó con un sonoro “¡Patria o muerte¡”. Un discurso, por cierto, muy diferente en todo sentido, al que el ‘gobernador’ de Santa Cruz emitió ante los cruceños en la Plaza 24 de septiembre, minutos antes. Por lo demás, muy similar al de los gobernadores’ de Tarija, Beni y Pando.
El gobernador de Santa Cruz, Carlos Costas, ratificado con casi el 70% de los votos, en tono enérgico, fustigó al gobierno por su línea comunista, señalándole que “no se le ocurra querer imponer su Constitución, porque se tocará la esencia de la Patria”. A buen entendedor...
Y es más, anunció, como ya lo habían hecho los otros tres departamentos de la ‘media luna’, que los Estatutos Autonómicos se implantarían con toda su fuerza a partir del lunes 11 de agosto. Y para ello se crearía inmediatamente una institución recaudadora de impuestos para el departamento, con una línea de ayuda para el resto de Bolivia. Además, dijo que se crearía un cuerpo de seguridad ciudadana dependiente de la Gobernación y que se convocarían elecciones para una Asamblea Legislativa cruceña.
Este panorama político de la noche del 10 de agosto llevó a muchos analistas e incluso ex presidentes de Bolivia -como evidenció Carlos Mesa en declaraciones al Perú por Radio Programas (RPP)- a pensar que el referéndum había abierto una puerta a la conciliación en este conflictivo país. Lamentablemente, fue un craso error… Pruebas al canto... Bolivia sigue aun dividida.
El discurso del mandatario de Bolivia fue transmitido en directo a Venezuela por “Venezolana de Televisión”. Asimismo, Evo Morales y Hugo Chávez enlazaron vía “Tele sur”, y conversaron en vivo y en directo por el canal estatal boliviano. Y fue entonces, lamentablemente que, al parecer, la mesura del discurso presidencial se desmoronó.
Y es que, en un casi ‘informe’ a Chávez, quien se encontraba en Venezuela reunido con jóvenes de ‘Indo América’, Evo Morales, quien había llamado a la unidad del país en su discurso tan solo 24 horas antes, señaló que “los autonomistas son pequeños grupos… fascistas y racistas”. Olvidando al hacer esto que fue la población la que dio, mayoritariamente, su voto a los gobernadores de los cuatro departamentos ‘rebeldes’ y ratificó la autonomía en sus respectivas regiones.
Más adelante, Morales agregó: “el 90% de los medios están contra el gobierno… Pero estoy alentado… Además, Fidel (Castro) me envió ayer unas líneas importantes: Evo, felicitaciones. Ha sido una colosal victoria”. Luego dijo: “Hay grupos que quieren dividir a la Patria, pero esta, está por encima de cualquier reivindicación regional”.
El monólogo de Morales fue interrumpido por Hugo Chávez quien le recordó que “Fidel es como el Padre Nuestro”. Agregando: “una noche que nos reunimos en La Habana y tú ya te habías ido a dormir, Fidel me dijo: mira al indio, sabe para donde va”.
Posteriormente Chávez afirmó con energía: “¡Que la oposición boliviana sepa leer el mensaje del pueblo¡ Sino, aquí la barrimos. El pueblo quiere unidad nacional, no racismo, no fascismo. Para ti Evo, medalla de oro y ahora a seguir con la Constitución y la revolución”.
Una advertencia a la que Morales contestó con un llamado a la juventud boliviana para formar con ellos la base de la revolución, “ya que el resultado del referéndum para el gobierno es para acelerar el proceso de cambio… No puede seguir habiendo pequeños grupos pagados por la derecha y las multinacionales que pegan a la gente pobre”. Fue una conversación presidencial que concluyó con un terminante: “Patria, socialismo o muerte. Venceremos”, pronunciado con fuerza por un Hugo Chávez aplaudido por Morales.
Así están hoy las cosas en Bolivia. Un país muy pobre que, según la prensa venezolana, tiene ya una deuda con Chávez de 3,000 millones de dólares. Un país en el que el Presidente de la República afirma que “cuando algo es ilegal, le meto nomás….Para eso están los abogados, que lo hagan legal”. Propósito que reafirma cuando señala que “lo político está antes que lo legal”.
Un país en el que la oposición como “Podemos” y “Unidad Nacional” ha sido borrada por la población, a pesar de su presencia en el Congreso, y que hoy la lideran los cuatro gobernadores que dirigen las cuatro regiones y con las que además la prefecta de Sucre está totalmente de acuerdo.
Y es más, la comisión observadora de la OEA fue clara: un país en el que sí se produjeron fraudes electorales y por ello debería rehacerse el padrón electoral. Sin embargo cabe preguntarse, de existir intención por parte del gobierno de revisar y reformular el padrón, ¿alcanzará el tiempo?
Al parecer, no… Hace pocas horas, el gobierno que debió nombrar prefectos transitorios en Cochabamba, La Paz y Oruro, para cubrir por un máximo de tres meses las plazas de los perdedores, ha anunciado que no esperará una ley del Congreso para convocar a elecciones en esas regiones, sino que lo hará inmediatamente mediante un decreto.
Mientras tanto, tal como lo anunciamos en ediciones anteriores en esta misma columna, las AFP deberán retirarse y serán el gobierno y los movimientos sociales los que manejarán esos casi 3,000 millones de dólares de deuda contraída por el del Estado con los jubilados.
Obviamente -ya lo anunció Morales- aumentarán las nacionalizaciones y todo indica que las que seguirán serán las compañías de luz y agua a lo largo del país. Mientras, casi 600 personas están en huelga de hambre en Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, exigiendo la devolución del Impuesto a los Hidrocarburos, que por un monto aproximado a 300 millones de dólares mensuales, ha sido incautado por el gobierno a estos departamentos productores.
Y es precisamente, la devolución de este impuesto, la condición que los gobernadores han exigido para el inicio de cualquier diálogo que pueda convocar el gobierno, claro está: una vez conocidas las cifras oficiales por parte de la cuestionada Corte Nacional Electoral. Habrá entonces que esperar…
En este proceso electoral, según cálculos moderados y publicados, se han gastado por lo menos 2,000 millones de dólares, sino más, por parte solo del gobierno que llegó al punto de poner un link de propaganda en el portal de Messenger que conducía a una gran página que detallaba los “logros” de Morales y que estuvo colgada hasta el pasado lunes 12 de agosto. Sí, hasta después del referéndum.
Pero, y sin duda alguna, la preocupación principal y la pregunta del millón es: ¿se estableció realmente el camino a la unión de Bolivia o se agudizó la polarización que la puede llevar a la división, no solo política y social, sino territorial?
