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Martes 23 de abril 2024   |   Contáctenos
REVISTA

La piel y el frío

Protección y prevención
Las bajas temperaturas no solo traen como consecuencia terribles enfermedades respiratorias sino también rezagos en nuestra piel, que si bien pueden no mostrarse inmediatamente, lo hacen con el transcurso de los años.
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La piel y el frío

Lo más importante para cuidar nuestra piel del frío intenso es mantenerse hidratado en todo nivel. No solo es cuestión de cremas y tratamientos que puedan resultarnos costosos sino también tomar por lo menos dos litros de agua al día.

Sin embargo, es importante considerar otros factores. El frío nos hace muchas veces tomar bebidas calientes; el problema es cuando lo que se toma es café. El café es diurético y mientras más consumamos, más agua se elimina. Es mejor tomar mates digestivos o de hiervas como la manzanilla o el té verde.

En efecto, el agua es un nutriente excelente, pero todo en exceso es malo. El exceso de humedad en la casa o habitación genera, por el contrario, resequedad en la piel; por eso es recomendable adquirir deshumedecedores que mejoren las condiciones del ambiente.

El frío puede ocasionar extrema picazón, callos y costras desagradables en la piel, rajaduras y descamación del cuero cabelludo. Estas características pueden devenir en la llamada dermatitis que difícilmente puede ser curada con remedios caseros; por eso es importante la prevención.

Dependiendo del tipo de piel es recomendable utilizar productos exfoliantes una o dos veces por semana, pero no se recomienda usar productos con mucha fragancia o colores muy fuertes porque los colorantes causan daño.

Si bien los baños con agua caliente son deliciosos, son los peores para la circulación y la piel; la temperatura debe ser siempre moderada e ir acompañada de una buena crema corporal humectante.

PRODUCTOS NATURALES

Una de las recomendaciones más naturales para prevenir el maltrato de la piel en invierno es mantenerla limpia y sin impurezas. La limpieza diaria, sobre todo del cutis, es primordial tanto en la mañana como en la noche.

La ingesta habitual de alimentos ricos en vitamina A, E y C es fundamental para conservar una piel tersa y radiante. Estas vitaminas pueden ser encontradas en las verduras, carnes, frutos ácidos y cereales.

Además, la elasticidad de la piel la podemos mantener consumiendo alimentos ricos en colágeno como las gelatinas animales, el aceite de onagra o borraja.

Aunque resulte un poco cansado, el hacer ejercicios también es importante: permite la exfoliación natural de la piel a través de la respiración y la renovación de las células muertas.

Para que disfrutemos de este crudo invierno, que amenaza con ser uno de los más fríos de los últimos años, es mejor que tomemos nuestras previsiones y así evitemos problemas de salud futuros.

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