Super Mario Bros

Este podría ser considerado por algunos como un texto superfluo y poco importante, sin embargo, la historia de este pequeño conocido como Mario Bros, esconde detrás una lucha sin tregua y un arduo trabajo por parte de su creador: Shigeru Miyamoto.

Pocos saben que Mario es un fontanero. Le han dicho gasfitero, carpintero y hasta mecánico, pero su verdadera profesión es fontanero; por eso su inseparable herramienta que le permite destruir los bloques que lo separan de su princesa.

Mario nació en el año 1981, e inicialmente fue llamado como “Jump Man” (el hombre que salta en idioma inglés). Su creador, Shigeru Miyamoto, pensó en un hombre pequeño, con nariz prominente, camisa roja y enterizo azul para que los movimientos de sus brazos sean fácilmente distinguidos por los usuarios. En esa época, la calidad visual de los videojuegos era bastante limitada y debían utilizarse recursos en colores y formas para diferenciar a un muñeco del resto de su mundo virtual.

Shigeru siempre fue muy ingenioso y algunas de sus biografías indican que de pequeño no solía jugar mucho con otros niños, sino que se pasaba el tiempo observando la naturaleza y creando historias que luego se convertirían en mundos virtuales.

Según Shigeru, desde que creó a Mario supo que iba a ser grande, pero nunca imaginó que su grandeza y éxito llegaran a vender más de 40 millones de unidades en lo que va de su existencia y que sería adaptado a tantos formatos diferentes para que llegue a más gente.

Sin duda, este éxito se debe al carácter humano del personaje: Mario es un simple fontanero que lucha por un objetivo. Siente miedo y hay cosas que no puede hacer, como esos saltos tan grandes que hay durante el videojuego y que debe cruzar con la ayuda de diversos mecanismos.

Adicionalmente, la innovación de su mundo es otra clave del éxito. Mario Bros no se ha quedado en aquella versión tan rústica que conocimos muchos con el Nintendo; por el contrario, ha evolucionado y crecido con el tiempo y a la par de la tecnología. Es un personaje que ha crecido con nosotros. No en vano, es uno de los videojuegos que más versiones alternativas, relanzamientos y secuelas ha tenido.

Shigeru Miyamoto precisó en una entrevista: “Entré en Nintendo porque quería crear algo que sorprendiese al mundo. Estoy agradecido a Mario por haberme dado el trabajo que me permitió hacerlo (…) El hecho de haber creado un personaje que la mayoría de la gente del mundo es capaz de reconocer ha permitido introducir los videojuegos entre la gente y ha ayudado a la industria del videojuego”.

Aún recuerdo cuando de pequeña jugaba por horas con el pequeño fontanero. Me encantaba verlo saltar y sobrellevar obstáculos. Las plantas carnívoras, los hongos de vitaminas, las monedas, las nubes misteriosas, conformaban un mundo de fantasía y emoción. Y siempre había la posibilidad de un acompañante: Luigi, el compañero inseparable de Mario, cuyo control fue muchas veces asumido por mi hermana, mi madre o mi padre. Esto nos hacía compartir largos y divertidos momentos.

En alguna de sus versiones hemos visto a un Mario bebé, pero quizá nunca veremos a un Mario Bros anciano. Su creador ha sido muy claro al decir que siempre va a necesitar un Mario joven y activo que pueda saltar mucho y que este simpático personaje siempre permanecerá vigente en el mundo de los videojuegos, inclusive si su creador se retira.

Esperemos que así sea y tengamos Mario Bros para muchos años más. Las nuevas generaciones podrían aprender y divertirse sanamente con un juego que tiene mucho menos nivel de violencia que aquellos donde la sangre y la matanza es el común denominador.