Si bien es cierto que la última palabra no ha sido dicha en torno a los resultados del 3 de octubre en lo que concierne a la contienda electoral de Lima Metropolitana y que nadie puede asegurar lo que sucederá aquel día, podemos decir, sin temor a equivocarnos, que lejos de no ser la presente cualitativamente diferente a otras en lo que respecta a las puyas y golpes bajos, quizás termine siendo incluso hasta peor. De manera que si alguien, ingenuamente, piensa que en los pocos días que nos separan del primer domingo de octubre, que las cosas cambiaran: se equivoca.
Pruebas. Para los que sufren de mala memoria o quieren, dando muestras de mala fe, tapar el sol con un dedo, las escuchas sistemáticas de las conversaciones de la candidata de Unidad Nacional-PPC, Lourdes Flores Nano, quien, seguro víctima del estrés que le genera esta maratónica campaña, perdió los papeles y lanzó a los cuatro vientos “que se metan al poto esta alcaldía”. Trayendo como consecuencia, a medida que esta buena nueva hacía eco por doquier, la estrepitosa caída en los sondeos de opinión del porcentaje de preferencia de esta candidata.
Luego. El rojo metrallaje a la candidatura de Susana Villarán quien irrumpió sorpresivamente como una seria candidata desde el instante que la candidatura de Alex Kouri fue tachada por el Jurado Especial de Elecciones de Lima Metropolitana. “Es como una sandia, verde por fuera, rojísima por dentro”, señalan en el mejor de los casos sus feroces detractores. Y en el peor, lanzando donde puedan volantes en los que algunos grupos de izquierda, susodichamente radicales, expresarían apoyo a quien algunos quisieran convertir en una propuesta antisistema y peligrosa.
Nadie hubiese pensado que, tratándose de una lid entre dos limeñas que practican las buenas formas, las cosas iban a llegar al lugar en el que se encuentran en medio del fragor de la batalla electoral. A estas alturas, nadie puede suponer que en los días que se avecinan esta situación no se vaya a degradar aún más, al punto de que este proceso electoral que pudo ser un ejemplo a emular en el futuro, se convierta en uno más en la larga lista de campañas de bajo calibre en las que lo que menos importa al final son las propuestas. La razón de ser de la política.
En tal sentido, el debate entre Lourdes Flores Nano y Susana Villarán que se llevará a cabo la noche del lunes 27 de setiembre, puede servir sobre manera para revertir esta degradante situación que nada bueno le deja como ejemplo al país. Lourdes Flores y Susana Villarán, que se encuentran en situación de empate técnico según los últimos sondeos, tienen pues la gran responsabilidad de mostrar que sus propuestas son viables, más allá del hecho de que, como se sostiene, al final los electores emiten su voto impelidos por la empatía y el carisma del candidato que los enamore mejor.