Suele pasar que las personas que tienen posibilidades económicas se planteen estas preguntas durante la época de fiestas –en especial Navidad y Año Nuevo–: ¿A dónde ir para las vacaciones?, ¿qué lugar nos puede sorprender tanto que haga de nuestras vacaciones una experiencia inolvidable?
Si antes creíamos que las posibilidades se quedaban en dos alternativas: el interior del país o el extranjero, es hora de que tome en cuenta un destino que revolucionará el sector turístico en la siguiente década: el espacio exterior.
Desde Estados Unidos hasta Rusia, pasando por China y Japón, se están ultimando detalles para la realización de viajes espaciales dirigidos a un público que, si bien al principio será selecto, en el futuro se espera que sea lo más amplio y variado posible.
En los últimos días, por ejemplo, se han difundido dos grandes proyectos que de resultar exitosos podrían movilizar un negocio que supere los US$ 3,000 millones al año, sin contar los beneficios que daría al desarrollo de la tecnología espacial.
UN HOTEL A TODO LUJO
El primero, es la construcción de un “hotel cósmico” cinco estrellas –vaya que la clasificación le queda perfecta– por parte de la empresa Orbital Technologies y que estaría listo en el año 2016.
Es tan exclusivo que solo tendrá cuatro habitaciones, de 20 metros cúbicos cada una, con todas las comodidades que pueda permitir la distancia, entre ellas teléfono satelital, cable y lo mejor de todo, una inigualable vista de la Tierra a más de 20,000 kilómetros.
Los huéspedes llegarían hasta el hotel espacial en una lanzadera Soyuz, como las usadas para el transporte de astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS), y el ticket aéreo podría costar medio millón de dólares.
Sergei Kostenko, director ejecutivo de Orbital Technologies, no ha revelado el precio de la estancia en este hotel espacial. Sin embargo, dijo que la comida se adaptará a las preferencias de los huéspedes, e incluso, se podría encargar el menú a reconocidos chefs internacionales –agárrate Gastón Acurio– para luego enviar los alimentos al espacio.
VUELOS ESPACIALES
El segundo proyecto, que no será una salida total al espacio, involucra a la compañía aeroespacial Virgin Galactic, del multimillonario Richard Branson, que ha probado con éxito el vuelo de su nave SpaceShip Two.
La aeronave, con capacidad para seis pasajeros y dos tripulantes, bautizada como VSS Enterprise, se separó el pasado lunes 11 de su nave nodriza White Knight Two a 13,700 metros de altura y planeó sobre el desierto californiano de Mojave, en una prueba clave para el inicio de futuros viajes turísticos a lo más alejado de la órbita terrestre en el 2011.
Según lo que ha podido adelantar Branson, unos 100 viajeros ya cancelaron los US$ 200,000 que cuesta el pasaje y han sido elegidos en un grupo al que ha denominado “fundadores”.
Otros 200, llamados “pioneros”, están en etapa de selección y la gran sorpresa es que 19 peruanos figuran en la “lista de oro” al que accedieron pagando una reserva de US$ 20,000.
Virgin Galactic confirmó que Perú está incluido entre los cinco países de Latinoamérica –después de México, Brasil, Chile y Argentina– autorizados a acceder a este paquete turístico del futuro que ofrece la empresaria Rosario Flórez.
“Virgin Galactic pensó en el Perú por su crecimiento económico y porque cree que hay clientes y personas que quieren vivir experiencias nuevas y tienen el dinero para hacerlo. Eso es un buen síntoma, pues desde afuera ya nos ven como potenciales consumidores de productos de lujo”, indicó Flórez.
La empresaria aseguró a la agencia Andina que no existe un perfil específico entre los interesados en concretar esta travesía.
“Los perfiles son diferentes, no se trata de empresarios multimillonarios, ni de gente famosa; son personas que quieren vivir experiencias únicas y distintas para contarles a sus hijos y nietos que fueron al espacio y regresaron”, indicó.
Según Branston, los US$ 200,000 incluye una travesía de tres días en la que se instalan en un hotel cercano al aeropuerto estadounidense de Nuevo México para compartir los momentos previos al vuelo con su familia.
Durante este periodo recibirán información, capacitación y exámenes previos, mientras que el vuelo en sí se realizará aproximadamente en dos horas.
El tiempo que la aeronave estará fuera de la Tierra será entre cinco y siete minutos, dependiendo de la inercia con la que la VSS Enterprise es impulsada a los 45,000 pies de altura.
La nave madre expulsa al motor y sube 100 kilómetros hasta que cruza la línea de la atmósfera, para entrar en gravedad cero. Cuando se acaba la inercia, este avión reingresa a la tierra suavemente en forma de espiral para evitar presión.
Aunque algunos han manifestado su decepción por el elevado costo del pasaje, otros creen que este fenómeno durará poco y que la tendencia en un futuro a mediano plazo será que salir de la Tierra cueste tanto como un ticket aéreo en un avión comercial.
De ser así, y si con los años el hombre vuelve a la Luna o llega a Marte, ha pensado, ¿a dónde viajar? Recuerde que ni el cielo es el límite en estos días.