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REVISTA

Arroz con huevo frito

¿Plato o antojo?
Hace unas semanas estuvo de celebración y aquí no lo saludamos; por ello, resarciendo nuestra falta y reconociendo su importancia en la mesa del mundo, aquí uno de los alimentos más populares, sencillos y queridos por todos los que gustamos de la cocina simple, sin muchas complicaciones...
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Arroz con huevo frito

Con un mensaje que resalta la importancia de cada uno de los beneficios que otorga consumirlo, el mundo entero –alrededor de 150 países- celebró al huevo y su presencia en la dieta del ser humano. En países donde la gastronomía es una de las actividades económicas más importantes, la celebración duró una semana, siendo el día central, el 8 de octubre.

Conferencias, demostraciones de su preparación, recetas novedosas, degustaciones y un sinnúmero de actividades alrededor de este alimento, fueron promovidas e inspiradas por la IEC -Comisión Internacional del Huevo- por sus siglas en inglés.  Si bien este año se celebró el día 8, se sabe que la fecha elegida para el festejo es el segundo viernes de octubre.

“Los nutricionistas concluyen que los huevos son una excelente fuente proteínica y de gran calidad, económicamente accesible y que puede ayudar a reducir el hambre en el mundo. Desgraciadamente y a pesar de lo económico que pueda resultar un huevo, millones de personas no tienen medios para acceder a este alimento” (1).

Los estudios e investigaciones en base a su valor proteico arrojan una información valiosa para cualquier consumidor habitual de este producto, expulsado desde el útero de la gallina, de la que, dependiendo de su alimentación o de su raza, se determinan los colores de la cáscara y del interior del huevo, sin influir en los beneficios nutricionales que a continuación describiremos.

La cáscara: constituye entre el 9 y el 12 por ciento del peso total del huevo.  Posee un gran porcentaje de Carbonato de Calcio (94%) como componente estructural, con pequeñas cantidades de Carbonato de Magnesio, Fosfato de Calcio y demás materiales orgánicos incluyendo proteínas.

La clara: está formada principalmente por agua y proteínas.  Las proteínas son cadenas de aminoácidos que en el caso del huevo, son los ocho esenciales para el organismo humano. También contiene vitaminas y minerales como Niacina, Riboflavina, Magnesio y Potasio, entre otros, y a la vez, una serie de enzimas que actúan como barreras contra microorganismos.  Ello además de las 17 calorías que aporta una clara de huevo grande de aproximadamente 61 gramos como mínimo.

La yema: si bien posee grasas, el contenido total es de 4 a 4,5 g por unidad, de los cuales 1,5 g son grasa saturada y el resto insaturada. Las yemas de huevo son uno de los pocos alimentos que contienen vitamina D en forma natural. Posee además Colina, una sustancia que influirá en el desarrollo de la memoria durante la etapa embrionaria (2).

CON USTEDES, EL PLATO

Una primera parte de nuestro artículo contiene necesarios datos científicos que no podríamos obviar, a fin de darle esa solidez que se espera; sin embargo, si mencionamos al huevo como protagonista de estas líneas, no podemos dejar de referirnos al plato más emblemático que enarbolando sencillez, acompañó la niñez y también la adultez de las mayorías.

Muchas veces, la escasa economía de las familias, obligó a más de una madre a preparar lo que alimentara y llenara el estómago de sus pequeños. Más pronto de lo esperado, no fue solo esa la razón que llevó al arroz con huevo frito a las mesas; la practicidad de su preparación y también el sabor tan agradable de la mezcla, predominaron sobre otras motivaciones.

Estoy casi segura que ninguno de los que lee este artículo se ha librado de sucumbir al sabor de la yema amarilla mezclada con el arroz blanco, que en franca comunión con la calidez del bocado invita a cualquiera a repetir una y otra vez la misma operación.

Si bien la tortilla de huevo mezcla clara y yema antes de la cocción, la idea del huevo frito es mantener a cada una en su lugar, blandiendo sus propios colores, los brillos de sus tonalidades y las propiedades nutritivas que cada una –por separado- proporciona.  El arroz blanco -si es graneado, mejor- cumple un rol de neutralizador del sabor; un poco de sal sobre la yema y la delicia estará completa.

Las experiencias personales con este plato, son historia aparte.  El apuro, la falta de destreza en la cocina, la economía, pero ahora sobre todo el antojo, han hecho del arroz con huevo frito, uno de los platos más populares de nuestra carta familiar. 

Y aunque hayan aún discrepancias, si con yema cocida o –como se dice- a la inglesa, es más sabroso; el plato en mención constituye uno de los más queridos en nuestro país, en donde no se discrimina la edad, el género, ni la condición social para su consumo, siendo solamente la salud, relacionada con el peso y el colesterol, lo que inhibe a algunas personas, comerlo.

Muchos dirán que este no es un plato, que no requiere esfuerzo, ni tiene una historia que contar; sin embargo nosotros, sin autoridad alguna, creemos que la categoría le cae al dedillo, pues va tejiendo historias diarias, comunes a todos; ha nacido en un momento determinado y se ha convertido en un fenómeno social, que tiene nombre propio y miles de adeptos que lo respaldan.

Sé de personas que sacian sus antojos con arroz con huevo frito y de muchas otras que corren ganándole al tiempo y lo convierten en su almuerzo ideal. Y también sé de cuentos que se asemejan a las leyendas urbanas, que narran episodios anecdóticos de nuestras infancias.  Karla, mi editora, quien lee cada uno de estos artículos antes de que llegue a ustedes, me contaba que cada vez que llegaba del colegio a su casa y había para almorzar algún plato que no era de su agrado, pedía a su abuelita, arroz con huevo frito para reemplazar el almuerzo servido.

¿Cuántos de nosotros tendremos historias parecidas? ¿No merece acaso catalogar al arroz con huevo frito, un plato de nuestras mesas? ¿No ha sido todo este tiempo un compañero que ha saciado antojos y hambres? ¿No ha sido alguna vez cómplice de nuestros apuros y de nuestra falta de tiempo? Más de una respuesta nos reafirma en nuestra razón. Tú, que me lees y que haz hecho del arroz con huevo frito un plato de tu mesa, de tu historia personal, un compañero de tus avatares y una delicia para tu paladar, ¿no estas de acuerdo conmigo?...

(1)  http://www.gastronomiaycia.com/2010/09/24/dia-mundial-del-huevo-2010/
(2) http://www.alimentacion-sana.com.ar/informaciones/chef/Huevos.htm

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COMENTARIOS
1 comentarios      
Hace unos años llamábamos a este plato como "arroz a la cubana".
05 de diciembre 2010
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