Impresora de comida

Expertos del Laboratorio de Síntesis Informática de la Universidad de Comell (CCSL, por sus siglas en inglés) están creando una impresora de alimentos de tres dimensiones como parte de un proyecto al que han denominado Fab@home.

La idea de este nuevo aparato tecnológico es que se introduzcan “tintas” del alimento a crear en la parte superior de la máquina –muy parecida a la que hace capuchinos- y se descarguen las cantidades de acuerdo a la receta o FabApp, que además permitirá modificar a gusto los alimentos, la textura y demás propiedades.

Según el doctor Ian Jeffrey Lipton, quien encabeza el proyecto, si una persona desea que su comida sea más crujiente o más suave, podrá modificar la receta y las instrucciones del preparado. 

Con esta innovación, se espera cambiar el concepto de la cocina tal y como la conocemos hoy y revolucionar el futuro de la producción de alimentos. Atrás quedarían las comidas hechas con batán por nuestras abuelas, el aderezo frito en sartén o las menestras hechas en una olla a presión. La diaria faena de cocinar, que usualmente puede tomar de una a más horas, sería reducida a pocos minutos.

Pero, ¿qué tan positivo sería este nuevo invento? Sin duda, las personas que tienen pocas habilidades culinarias serían las más beneficiadas, así como quienes tienen poco tiempo para cocinar por motivos de trabajo. La impresora de comida podría inclusive producir alimentos mejor elaborados que los que se hacen artesanalmente y hasta podrían hacer el delicioso pye de manzana de la abuela con solo ingresar la receta.

Los gastos que implica cocinar, en cuanto a gas, insumos y los residuos naturales que resultan de la elaboración de alimentos, también podrían disminuirse y quizá hasta eliminarse, además de obtener un proceso más limpio de cocina.

El profesor Lipson ha informado que hasta el momento la impresora ha "cocinado" galletas y alimentos basados en carne de pavo, utilizando contenedores especiales y jeringas que rocían ingredientes básicos para crear los platos capa a capa, utilizando un software de diseño asistido.

"En el futuro, probablemente se usaría una especie de 'ChefCAD' que permitirá a las personas a diseñar su propia comida (…) Uno pulsaría el botón de impresión y la máquina preguntaría el número de copias", sostiene.

Sin embargo, existe también una duda que aún no ha sido absuelta: la calidad de la comida. El factor nutricional de estos alimentos elaborados, de alguna manera, artificialmente, pone en tela de juicio su conveniencia, aunque los creadores de la impresora de comida tienen aún tiempo para aclarar estas dudas.

Pensar en esta posibilidad parece increíble; sin embargo, hace años casi nadie se hubiera imaginado un aparato como el Ipad, el mp4 o la televisión digital. La tecnología avanza sin tregua y amenaza en convertir nuestros días en totalmente digitalizados.

Se espera que la impresora de comida llegue a considerarse un equipo de tanta funcionalidad como el microondas o la licuadora, pero solo el tiempo dirá si el ser humano se adapta a este nuevo invento y acepta colocar en el diván del recuerdo la rica lasaña hecha en un horno de carbón o los sustanciosos frijoles nacidos en una olla de barro.