Viernes 26 de abril 2024 | Contáctenos
Dialogando con diferentes personas en distintos momentos, todas ellas coincidían en que la renuncia de Mercedes Aráoz a ser la candidata presidencial del Apra era algo que ya se veía venir. Es evidente que su partida no ha tomado por sorpresa a nadie, ni siquiera a los propios apristas.
Era lo mejor sin duda para Meche Aráoz, que se ha quitado un enorme peso de encima, teniendo en cuenta que su candidatura no alzaba vuelo. Estaba condenada al fracaso y su estrepitosa pérdida en las elecciones de abril próximo, hubiera significado para ella una mancha en su trayectoria política.
Ahora el partido de gobierno lleva a cuestas la responsabilidad de asumir el costo de participar solamente con lista al Congreso. Y es que tras la renuncia de Aráoz, la Dirección Política del Apra intentó convencer al candidato a la primera vicepresidencia, Javier Velásquez Quesquén, de continuar en la plancha, a lo cual se negó.
De esta manera, el Partido Aprista Peruano (PAP) se quedó oficialmente sin plancha presidencial. Un reemplazo de último minuto ya no es posible debido a que el plazo del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) ya venció.
Es cierto que la intención del ex titular del Consejo de Ministros de postular a la Presidencia de la República no era un secreto, pero aceptar de este modo hubiera sido como consentir ser un ‘plato de segunda mesa’ y eso no le conviene para nada. Más vale pájaro en mano que ciento volando y el legislador Velásquez Quesquén lo sabe bien, por tal razón postulará a la reelección.
A decir del analista Julio Cesar Castiglioni, es muy difícil que una lista parlamentaria pueda articularse por sí sola para superar la valla electoral del cinco por ciento, si es que no tiene la “locomotora”, que en este caso es la ex candidata presidencial.
Superar la valla electoral del 5% de votos válidos es forzoso si una organización pretende mantener su inscripción como partido político ante el JNE. Aunque será complicado, es posible que el Apra –uno de los partidos más antiguos de América y el más longevo del Perú- supere la temida valla. Similar situación ocurrió con Perú Posible (PP) en las elecciones generales del 2006.
Si bien al final de su gobierno, logró remontar en algo la alicaída aprobación que gozaba su gestión, la agrupación del ex presidente Alejandro Toledo también tuvo que ‘colocar’ a un ajeno a su partido como candidato presidencial: Rafael Belaunde.
Belaunde, quien hoy es el candidato presidencial de su propio partido: Adelante, en el 2006 aceptó ser el candidato de la chakana. Pero no llegó a buen puerto. En poco más de lo que canta un gallo renunció porque consideraba que no había un afán real de renovación en Perú Posible.
La chakana se vio obligada a lanzarse sola a la piscina y tratar de llegar a la orilla a como diera lugar. Contra todos los pronósticos logró superar con las justas la valla electoral y consiguió dos curules en el Congreso (Carlos Bruce y David Waisman).
Hoy el panorama ha cambiado. El ex presidente Alejandro Toledo es quien lidera la intención de voto a decir de las últimas encuestas y tiene grandes posibilidades de repetir el plato en el sillón de Pizarro.
Lo mismo podría estar pensando don Alan García Pérez: su partido vapuleado y criticado se lanza solo con lista parlamentaria, logra superar con las justas la valla electoral y consigue colocar a un par de congresistas, para volver triunfante en el 2016 y convertirse en presidente por tercera vez...