Jueves 25 de abril 2024 | Contáctenos
No se puede tapar el sol con un dedo y negar que Rafael Rey Rey, aspirante a la primera vicepresidencia de la República en la plancha presidencial que encabeza Keiko Fujimori, defraudó a sus votantes y poco o nada aportó al Parlamento Andino en los últimos cinco años, pero aun así busca la reelección.
En otras palabras, Rafael Rey le sacó la vuelta a quienes lo eligieron como parlamentario andino en el 2006 por las filas de la coalición Unidad Nacional encabezada en ese entonces por Lourdes Flores Nano e integrada por Solidaridad Nacional de Luis Castañeda Lossio, a quienes dio con palo tras abandonar la alianza con la cual llegó al Parlamento Andino.
En el 2006, él fue elegido por ciudadanos que creían en el proyecto de Unidad Nacional del que formaba parte, pero tras ganar la elección y asegurarse un puesto en el órgano deliberante y de control de la Comunidad Andina, dejó de lado sus funciones como parlamentario para irse a apoyar al partido de gobierno –pese a haber sido elegido por la oposición- y desempeñarse como ministro de Alan García.
Después de salir accidentadamente del Gabinete Ministerial, se acomodó en la plancha presidencial fujimorista como primer vicepresidente y ahora busca ser elegido nuevamente parlamentario andino. ¿Realmente a Rey le interesa la integración andina o simplemente actúa con oportunismo político para asegurarse una tribuna y una fuente de ingresos por otros cinco años?
Como se recuerda, Rey salió abruptamente del Ministerio de Defensa en setiembre pasado, por defender un cuestionado decreto legislativo que buscaba dar inmunidad a los militares y policías denunciados por violaciones a los derechos humanos, que motivó que el ganador del Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, renunciara a la presidencia de la comisión que trabaja en la construcción del Lugar de la Memoria, en homenaje a las víctimas de la guerra interna peruana.
El gobierno tuvo que dar marcha atrás y derogó el decreto en cuestión, lo que aceleró la salida de Rey del Gabinete. “Había pensado retirarme de la política y regresar a la actividad privada, pero Keiko me ha invitado a continuar, con el argumento de que todavía puedo seguir prestando algunos servicios al pueblo peruano”, anunció alegremente.
Los cambios de camiseta política de Rafael Rey no son recientes; es todo un experto en lo que a reciclaje político se refiere. En 1990 fue candidato del Movimiento Libertad que en ese entonces formaba parte del Frente Democrático (Fredemo) que lanzó a la presidencia, sin éxito, a Mario Vargas Llosa.
En 1992 fundó el partido Renovación Nacional y postuló al Congreso Constituyente Democrático (CCD) que reemplazó al Congreso que Alberto Fujimori disolvió aquel 5 de abril. Rey respaldó abiertamente las medidas económicas del gobierno fujimorista. En 1995 es reelegido congresista de oposición, pero continuó apoyando las medidas económicas de Fujimori.
Posteriormente, junto a José Barba Caballero (aquel personaje que brindó su partido político como ‘vientre de alquiler’ a Alex Kouri e invitó a Jaime Bayly a ser su candidato presidencial) Rafael Rey apoyó la postulación a la Presidencia de la República de Lourdes Flores, con quien luego rompió palitos. Ahora a la mujer que apoya es del bando contrario: del fujimorismo.
Queda en evidencia que este personaje no teme ser criticado por sus opciones políticas y que el oportunismo prima en sus decisiones. ¿Los peruanos volverán a elegirlo?
