La hipnosis para curar está siendo muy utilizada en países como Reino Unido, donde los expertos han pedido al sistema nacional de salud que acudan a esta técnica para tratar enfermedades comunes, como dolores musculares, la ansiedad y el insomnio. Según los doctores de la Real Sociedad de Medicina de Inglaterra, este tratamiento podría ahorrar millones de dólares en gastos para el sistema.
La hipnosis como técnica tiene también una parte clínica. Está aplicada como método anestésico, por ejemplo, en la odontología y en psiquiatría y psicología bajo el nombre de hipnoterapia. En esta última, el médico puede influir en el subconsciente del paciente para disminuir o aliviar determinadas conductas no deseadas utilizando como herramienta la sugestión y la palabra.
Lo resaltante de esta nueva técnica que poco a poco va ganando a la medicina tradicional, es que lo que se desea es introducir nuevas ideas de curación que complementen (no reemplacen) a las ya existentes, sobre todo para aquellos males que no estén originados por una razón física sino mental, como las fobias, traumas, la depresión, el nerviosismo excesivo, el estrés, la timidez extrema, los conocidos “tics” nerviosos y la baja autoestima.
ANTECEDENTES
La hipnosis existe desde tiempos ancestrales. En el antiguo Egipto ya se utilizaba como técnica en los conocidos templos del sueño que servían de meditación y supuestamente como curación de males. Pero es a mediados del siglo XVIII cuando se da el primer estudio sistemático de lo que es un estado psico-fisiológico especial que más tarde se llamaría hipnosis.
Fue Franz Anton Mesmer, famoso Doctor en Medicina y Filosofía, quien daría los primeros alcances de lo que la hipnosis significa, a través de su tesis doctoral titulada "De planetarium Inlfuxu", sobre la interrelación entre los cuerpos celestes y el ser humano.
Mesmer fue el autor de la famosa Teoría del Magnetismo Animal, que sostiene que todo ser vivo irradia un tipo de energía similar o parecida al magnetismo físico de otros cuerpos, que puede transmitirse de unos seres a otros. Esta energía puede tener una aplicación terapéutica, es decir, la energía podía curar.
Serían los discípulos de Mesmer quienes determinarían que las curaciones en los trances hipnóticos, llamados en su momento sueños magnéticos o mesmerismo, se producían por una condición llamada sugestión.
Pero fue un cirujano escocés llamado James Braid el primero en acuñar el término hipnosis explicando: "La fijación sostenida de la mirada, paraliza los centros nerviosos de los ojos y sus dependencias que alterando el equilibrio del sistema nervioso, produce el fenómeno".
No olvidemos además al famosísimo Sigmund Freud, que en su condición de médico investigó la hipnosis a profundidad, además de utilizarla como tratamiento para la neurosis.
La hipnosis permite conseguir un estado psico-fisiológico diferente del estado de vigilia normal. Los estudios indican que el electroencefalograma de una persona hipnotizada es diferente al de una persona despierta o dormida en sueño natural. La diferencia es la gran cantidad de sugestionabilidad presente en el cerebro de la persona bajo hipnosis, es decir, la persona se vuelve pasible a seguir las instrucciones del hipnotizador quien tiene el control de la situación.
Esta técnica puede ser utilizada como arma de doble filo, sin embargo, hasta el momento ha dado señales de ser una excelente herramienta para terminar con dolores menores y afecciones psicológicas. No se debe descartar su impulso como complemento de la medicina tradicional, más aún cuando puede significar un ahorro considerable al presupuesto de salud, claro está, con las regulaciones y mediciones necesarias.