¡UN VIETNAM, DOS VIETNAM, TRES VIETNAM EN AMÉRICA LATINA…!

Hoy, después de conocer el cotidiano bajón de popularidad de Chávez entre sus compatriotas, aún entre quienes eran sus más devotos seguidores, a causa del desabastecimiento y encarecimiento de los productos de primera necesidad y claro está, al hecho de su derrota en el referéndum de diciembre para imponer una nueva constitución y su presunta relación con las FARC colombianas, sus palabras cobran un estremecedor sentido. ¿Por qué?

VAYAMOS AL PUNTO

Para nadie es un secreto la cercanía más que amical entre los gobernantes de Venezuela y Bolivia. Para Don Evo, Fidel Castro y Hugo Chávez son “mis hermanos mayores”. El “filantropismo” de Chávez -que según el mandatario boliviano “es totalmente desinteresado”-  con éste país mediterráneo, lo ha llevado inclusive  a entregar cheques con cifras millonarias en dólares a Don Evo, para que a su vez, éste los done, obviamente revelando su procedencia, a alcaldes de los diferentes pueblos en extrema pobreza e indígenas del interior…

Sigamos sumando: Hace más de un año, entre gallos y medianoche, se aprobó en el Congreso, sin  el debido conocimiento ni participación de la oposición, un acuerdo entre las Fuerzas Armadas de ambos países “para colaborar mutuamente en caso de “problemas internos o internacionales…” Y claro, la constante presencia de aviones y militares venezolanos en territorio boliviano, que perturba, enoja y sorprende a tal punto a la población, no parece ser tan extraña.

¿Porqué dijo eso Hugo Chávez?

Según sus palabras -largas por cierto y por ello las resumimos-, las dijo como advertencia a los oligarcas, y a quienes pretendieran tumbar a Evo y su gobierno revolucionario y del cambio o quisieran dividir  “a ese país bolivariano…”. Y, lamentablemente, para convertir a Bolivia “no en un Vietnam, ni en dos Vietnam, sino en tres Vietnam”, como Chávez afirmó y desviar así la atención del mundo de su cada vez más criticada gestión en Venezuela; la mesa, aquí en éste país, Bolivia, parece ir sirviéndose cotidianamente y a paso acelerado.

Sí, lo dijo el escritor Mario Vargas Llosa y cada día su afirmación es más convincente: “Chávez necesita una guerra”.

VEAMOS:

Los líos fronterizos entre Colombia y Ecuador, en los que Chávez se zambulló de cuerpo entero, en apoyo a su homólogo y discípulo ecuatoriano, al parecer no bastaron. Estos líos fronterizos, aparentemente, se resolvieron en la Vigésima Cumbre de Río hace unas semanas, pero el Presidente Alfredo Correa ya los hizo resurgir alegando la muerte de un ecuatoriano durante la incursión de tropas colombianas en un campamento de las FARC, ubicado en su país y que al parecer también era terrorista. Pero esto no sería suficiente. Como tampoco bastaría el diferendo limítrofe entre Colombia y Nicaragua, cuyo Presidente, Daniel Ortega, es muy afín a Chávez y Ecuador.

No. Aquí, en Bolivia, a decir de los mejores analistas internacionales, sí parece estar la punta de la mecha que prendería América Latina…Y no faltaría mucho tiempo. Y es que el próximo 4 de mayo, sí o sí, contra viento y marea, o mejor dicho, contra lo que diga y advierta el gobierno de Evo Morales, en los departamentos más ricos de Bolivia -tanto por el petróleo y el gas como por su desarrollo industrial-, llamados despectivamente “los de la media luna” por la forma del territorio que ocupan en el mapa Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija,  “por orden” de un cabildo de más de un millón de personas, se realizará un referéndum entre sus pobladores para consultarles si aprueban o no “los estatutos autonómicos” aprobados por sus respectivos parlamentarios y Comités Cívicos.

La respuesta mayoritaria de “los cambas” u “orientales” ya se deja sentir en las encuestas: En ningún departamento el Sí a los estatutos es menor al 70 por ciento. Es decir que, a partir del 4 de mayo, Bolivia tendría 5 departamentos dependientes totalmente del gobierno central –como hoy- y 4 departamentos autónomos de hecho, que según los estatutos que han elaborado sus autoridades y aprobarían sus habitantes, tomarían decisiones libremente, tendrían su propia administración, y en éstas autonomías,  prácticamente desconocerían el centralismo que impone Don Evo, incluso para las relaciones comerciales internacionales.

Una situación agobiante que, al parecer empeoraría para el gobierno, ya que de los 5 departamentos totalmente centralizados que le quedarían, cuatro de ellos, Cochabamba, Sucre, La Paz y Potosí, también se inclinan por la autonomía de hecho y están dispuestos sí o sí, a llevarla adelante a mediados de año. Con ello, Evo Morales sólo gobernaría plenamente -de acuerdo a como se entiende en los departamentos mencionados la autonomía- como Presidente de Bolivia a Oruro... Sí, ni siquiera en La Paz, el departamento desde el que gobierna.

¿ES ESTO DIVISIÓN?...

Todo ello en un momento muy crítico para la economía de Bolivia. Con una inflación que sólo éste año ya alcanzó el 20 por ciento y el consiguiente descontento de casi toda la población, incluyendo a los más fanáticos masistas, (MAS es el partido de gobierno), la autoridad de Morales y sus ministros se ve mermada, no obstante que, cada producto que escasea o se encarece en los mercados es vendido poco después en puestos especiales por el Gobierno, a mucho menor precio, dado el subsidio… Pero, claro, no alcanza para todos y las larguísimas colas, los airados reclamos y las peleas callejeras no se hacen  esperar. Así ocurrió hace poco con la harina, el pollo, la carne, el arroz y ahora el aceite…

Siendo así, ¿podrá el Gobierno mantener éste ritmo de subsidios y enfrentamientos, paros, bloqueos y conflictos constantes?... ¿y hasta cuando? Lo cierto es que la propaganda en televisión y radio, principalmente, casi en su totalidad, se ciñe a “desafíos” entre empresarios y Gobierno. Lo que ha llevado en las últimas horas a más de una organización social a pedir la nacionalización de, por ejemplo, las empresas aceiteras. Mientras tanto la ministra de agricultura prohíbe las exportaciones del producto y promete comprar toda las soya a los productores para vendérsela a Venezuela, si es que los productores aceiteros no lo hacen… Algo a lo que pequeños, grandes y medianos agricultores se han negado rotundamente y llaman “burreras”. Tanto el Presidente Evo Morales como el Vicepresidente Álvaro García Linera, han sido claros al señalar que las Fuerzas Armadas bolivianas no permitirán la división territorial del país. Una afirmación a la que ya se sumó su Comandante en Jefe, el General Juan Trigo.

Lo mismo señaló hace un par de meses el Presidente venezolano Hugo Chávez: “No lo permitiremos”, afirmó rotundamente, mientras a su lado, de visita en Venezuela, Morales sonreía… Y aunque los Prefectos de la “media luna” señalan que no existe tal intención, los “Estatutos Autonómicos” parecen señalar lo contrario: Una vez aprobados, presuntamente el 4 de mayo, las autoridades del Oriente, ese mismo día -como lo han afirmado- pretenden regular desde las exportaciones –como las de aceite, maíz y soya, que hoy están prohibidas- hasta el ingreso de personas “por sus fronteras”… Sí, hablamos de las internas también….

ALGO MÁS:

La Constitución vigente en Bolivia no menciona las autonomías y la que sí ó sí, el mismo 4 de mayo, pretende Don Evo y el MAS que sea aprobada, lo hace de una manera distinta a como lo pretenden y aceptan los de la “media luna”. Esto es, contempla autonomías muy restringidas y dispersas, no sólo departamentales.

Teniendo en cuenta que el Ministro del Interior ya anunció, aún en el mismo Santa Cruz que ese día, el domingo 4 de mayo,  la policía se replegará a sus cuarteles y no saldrá a las calles, ¿qué se puede esperar?... Las preguntas son muchas, dado que, tanto  los cruceños, como los benianos, tarijeños y pandinos, han señalado que frente a ello formarán con los vecinos “Guardias Civiles”, que resguardarán el proceso de referéndum... ¿Y las palabras de Chávez?... ¿Y los acuerdos de las Fuerzas Armadas con Venezuela y Bolivia?... ¿Y el movimiento de campesinos, colonos y organizaciones sociales que involucran a miles de personas y que ya sin pudor realiza el partido de gobierno como medida de presión?

Nadie, deduciendo, especulando seriamente, y menos con precisión histórica, puede señalar lo que ocurrirá. Y aunque la esperanza popular sea que, nuevamente, Bolivia se salve aun estando al borde del abismo, lo que sí es un hecho, lamentablemente cotidiano, es que la violencia verbal y física hace rato le ganó la partida a una democracia que en su debilidad se inclina peligrosamente hacia el totalitarismo de estado, de izquierda, sí, pero totalitarismo al fin.