En la época de Carter, el gobierno egipcio permitía a los arqueólogos trabajar con sus propios recursos y descubrir los tesoros del país, a cuenta propia de quedarse con una considerable parte de sus hallazgos. Esa era su paga.
Es así que innumerables estatuas de bronce, collares, brazaletes y otros tesoros se dieron como obsequios de los arqueólogos a sus familiares y amigos. Por ejemplo, Carter le regaló a una de sus sobrinas un hermoso collar de cuentas y parte de un brazalete de lapislázuli en forma de esfinge. Ambos regresarán a Egipto.
Luego de varios meses de insistencia, el Museo Metropolitano de Nueva York (MET) acordó la devolución de 19 piezas arqueológicas de la tumba de Tutankamón, valiosos objetos que se añadieron a la colección del MET en el año 1948.
El anuncio fue realizado esta semana por el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades egipcias (CSA), Mohamed Abdel Maqsud. Entre las piezas que se devolverán están un perro de bronce de dos centímetros, un collar de cuentas y un brazalete de lapislázuli, entre otros tesoros.
Esta acción reitera el deseo del gobierno estadounidense de colaborar con Egipto en la recuperación de piezas extraídas ilegalmente. Como se recuerda, en otra oportunidad el MET proporcionó a El Cairo información que ayudó a recuperar una pieza de granito que formaba parte del templo de Karnak.
Las piezas, que regresan a su hogar, serán exhibidas junto al resto de las antigüedades del faraón Tutankamón, en el Museo Egipcio de El Cairo, y luego serán trasladadas a la nueva sede que está en construcción cerca de las pirámides de Giza, que se espera abra sus puertas en el año 2012.
En los últimos años, Egipto inició una campaña mundial para presionar a los gobiernos que tienen tesoros faraónicos de manera ilegal e iniciado acciones para la repatriación de los mismos. No olvidemos la hermosa piedra de Rosetta en poder del Museo Británico, las estatuas del faraón Ramsés II, que están en disposición del Museo de Bellas Artes de Boston y el Museo Egipcio de Turín, y el busto de la reina Nefertiti que se expone en el Museo de Berlín. Todos están a la espera de su repatriación.
Poco a poco se está logrando que los países tomen conciencia y devuelvan partes de un tesoro que no les pertenece. Por ejemplo, Alemania devolvió la estatua sedente del arquitecto Hemiunu, principal responsable de la construcción de la Pirámide de Keops y Francia devolvió en el año 2009, cinco elementos que fueron hallados del Valle de los Reyes.
Egipto se ha puesto las pilas, y al igual que Perú ahora reclama lo que es suyo. En un país donde abunda la pobreza social, se debe encontrar la riqueza en los vestigios históricos que hacen de Egipto un país sin igual.