Los próximos 2 y 3 se setiembre se realizará la Teletón 2011 a favor del Hogar Clínica San Juan de Dios, que en sus mejores años se dedicó a curar a los afectados con la temida polio, además de parálisis cerebral y otras discapacidades que continúa tratando en la actualidad.
Durante las últimas dos décadas, el Perú ha mantenido una masiva estrategia de vacunación para evitar el resurgimiento de enfermedades tan nocivas y temidas como la poliomielitis y, hasta cierto punto, lo ha logrado. Sin embargo, esto no quiere decir que no existan niños afectados.
Solo en Lima, hay varios casos de menores que han desarrollado la enfermedad después de haber recibido la vacuna que debería protegerlos. Ellos están comprendidos en el denominado “margen de riesgo” que implica la vacunación.
En algunos casos, desarrollaron la enfermedad porque no se tomaron las medidas preventivas, como el no aplicar la vacuna si el menor estuvo enfermo o con las defensas bajas.
Hay casos muy raros en el que los pequeños son afectados por el virus polio vacunal tipo II, un tipo de virus mutado de la polio que ha recobrado su agresividad y ataque y que puede causar otros casos de poliomielitis.
La polio no me es ajena. Durante mis tratamientos y operaciones de cadera y columna en el Hogar Clínica San Juan de Dios llegué a conocer a muchas personas con secuelas de polio, que sufrieron esta enfermedad antes de ser erradicada del país. Así, he podido ver en vivo y en directo cómo se afecta –en algunos casos en gran medida- la calidad de vida de quienes tuvieron la desdicha de ser atacados por la polio.
La poliomielitis es una enfermedad contagiosa, conocida también como parálisis infantil, que afecta principalmente al sistema nervioso y puede causar debilidad, flacidez, atrofia muscular y deformidad.
El síndrome pospoliomielítico es una complicación que se desarrolla en algunos pacientes, por lo regular 30 ó más años después de su infección inicial. La debilidad puede empeorar en músculos que previamente estaban debilitados y también se puede desarrollar en músculos que previamente se pensaba que no estaban afectados.
Por tal razón, si bien existe un escaso margen de riesgo (de cada millón y medio de vacunados, uno o dos menores adquieren la polio), lo mejor es seguir manteniendo a la enfermedad fuera de carrera con la masiva vacunación.
No obstante, el Ministerio de Salud debería responsabilizarse por los casos de menores que dentro de ese margen de riesgo, adquieren esta temida enfermedad que demanda fisioterapia, rehabilitación y costosos aparatos ortopédicos que no están al alcance de todos los peruanos.