Si, en la plaza principal, miles de personas con chicote en mano gritaban y en el interior del Congreso, más de 500 “ponchos rojos” hacían lo mismo y atemorizaban a los parlamentarios que no eran del gobierno y habían logrado entrar, ante la mirada inmutable e impávida de 20 policías que habían quedado después que el Comandante General de esa arma ordenara su repliegue, sabe Dios por qué…
En
¿Por qué?
Fácil: Aprobar a como de lugar y, por supuesto, sin los molestos votos opositores, la nueva constitución política del Estado, oleada y sacramentada por
Con todo esto usted se preguntará: ¿Permanece la democracia? Pues muy golpeada ¿verdad? Según Evo Morales, los actores de las atrocidades fueron los grupos sociales, a los que pocos conocen y menos son los que los reconocen…
Lo que sí se sabe es que, públicamente el gobierno los convoca y con ellos amenaza a la oposición. Lo acaba de hacer su vicepresidente Álvaro García Linera, de quien todos dicen es quien realmente gobierna. Un izquierdista radical que estuvo varios años preso por terrorista… Pero esa es otra historia.
Así es. Democracia es hoy en Bolivia y principalmente en su sede de gobierno,
Todo ello en medio de una situación política más que complicada: Hoy, en Bolivia, aparte de las pataletas de algunas autoridades, un modelo de Estado se contrapone al otro, de tal forma que son absolutamente incompatibles. Sí, hay dos modelos de Estado para lograr la tan cantada “refundación de Bolivia”.
Así lo señalan diversos estudios publicados por los medios de comunicación. Sus conclusiones son más que preocupantes. Afirman que la nueva Constitución Política del Estado (CPE) aprobada sólo por el MAS y sus pequeños satélites partidarios, así como los estatutos autonómicos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando y a los que sumarían los de Sucre, Cochabamba,
Ambos responden a visiones opuestas:
Según los departamentos de la llamada “media luna”, la zona más rica de Bolivia -Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija- no habrá marcha atrás: El 4 de mayo, sí o sí, se realizará un referéndum para conocer la posición de la población respecto a los estatutos autonómicos. Una fecha que, según el Presidente de
Una decisión que coincide con el pedido del vicepresidente de lograr un par de meses más de tiempo para planificar una solución. La intransigencia de una y otra parte hace temer a muchos que la posibilidad de que Bolivia se divida territorialmente sea un hecho. Otros lo niegan tajantemente, aunque sus argumentos son débiles.
Dominio Masivo
Ante ésta situación,
Todo ello matizado con una intolerancia gubernamental que, sólo en las últimas horas, ha llevado a miembros del partido de gobierno a desbaratar a punta de palos, piedras e insultos y, por tercera vez, una manifestación pacífica de vecinos que pedían en una plaza de una zona residencial y en horas de la noche, paz y democracia para Bolivia.
Claro que, lo que parece preocupar más a Evo Morales y podría cambiar la posición de sus fieles seguidores aymaras y quechuas es la inflación. Sí, esa cruel alza de precios sin control que está llevando a que los ciudadanos de toda raza y condición vean cómo día a día sus ingresos se van mermando sin razón.
¿La respuesta del gobierno?
Simple: La culpa la tienen los especuladores y los oligarcas. Frases similares a las que vierte el presidente venezolano Hugo Chávez ante el creciente descontento de su pueblo. Claro que resulta difícil pensar que importando harina subsidiada por el gobierno para el pan hoy y arroz subsidiado de Argentina mañana, o declarando la libre importación de alimentos y prohibiendo la exportación se solucione el problema inflacionario boliviano. Pero es lo que hace el gobierno, mientras ya enero y febrero han mostrado cifras alarmantes.
Para muestra un botón: El pollo de 9 bolivianos llegó a costar 20 el kilo (el boliviano está a 7.50 el dólar) ¿Por qué? Por la subida del trigo y la soya. Una cadena inflacionaria que los peruanos ya conocemos y no queremos volver a vivir y en la que cada día se suma un eslabón que atrae a otro. Y es que, entre su decisión de imponer una constitución aprobada hace un par de meses, sólo por sus partidarios, a cabezazos y patadas y que divide seriamente a los bolivianos, y ocuparse de la situación económica a la que la misma intranquilidad y zozobra política han llevado a la ausencia de inversiones, el gobierno parece haberse decidido a lograr lo primero pase lo que pase y resolver lo segundo después.