LECCIONES A PARTIR DEL FÚTBOL

Quien en algún momento creyó, antes del partido de fútbol con la selección chilena, que nuestro combinado nacional podía salir airoso de este encuentro y levantar cabeza en lo que queda de estas eliminatorias con miras al Mundial Sudáfrica 2010, rotundamente se equivocó. El desmentido fue categórico, los del país de la Estrella Solitaria no solo pudieron, según los entendidos, encajarnos un gol adicional sino otros más… y con un resultado como tal, vergonzosamente sumergirnos aun más en la peor crisis que ha conocido nuestro balompié nacional en lo que va de nuestra historia.

Cuesta mucho aceptar, pero esta es nuestra triste realidad. Más allá de los argumentos trasnochados que azuzan el encono hacia nuestro hermano país del sur, lo que sucedió con el balompié de más alto nivel en nuestra patria, haciendo sufrir moralmente lo indecible a una multitudinaria hinchada creyente que otro escenario era posible, mostró todas las falencias de un proyecto deportivo diseñado, sin duda, por quienes confunden el sentido de la vista con el del olfato. Vale decir, por quienes nunca han levantado cabeza y dirigido su mirada hacia el horizonte a la hora de pensar en proponerle al país un proyecto viable de largo aliento.

El mal ya está hecho. Nuestro balompié nacional no estará presente una vez más, al igual que lo que ha sucedido cada cuatro años desde 1986, en una Copa Mundial de Fútbol. Y privará así a los miembros de toda una generación de amantes de este deporte que vieron la luz desde inicios de la tristemente célebre década de los ochenta del orgullo que significa ver a su equipo nacional midiendo fuerzas con los combinados de la élite del futbol a nivel planetario.  El mal está hecho y no hay nada que se pueda hacer para revertir esta situación… a no ser que sentar desde ahora las bases de un trabajo serio, responsable y de largo plazo.

Ya que en buen cristiano, quienes todavía creen que en el mundo globalizado de nuestros días -exigente de niveles de excelencia y eficiencia en la ejecución de lo que se hace- que algo se puede realizar en medio de la improvisación y la corrupción que todo distorsiona, lo inenarrable que viene de suceder con nuestro balompié nacional nos señala que es lo que hay que evitar de hacer a cualquier precio, a fin de obtener resultados que estén a la altura de las justas expectativas que la gran mayoría de nuestros compatriotas depositan en todo lo que se ejecuta en un país con un gran potencial de realización como es el nuestro.