EL FÚTBOL Y LA POLÍTICA PERUANA: LA MISMA CRISIS

Hace unos días, en medio de una obligada aunque amena conversación de sobremesa con unos amigos, uno de ellos, medio en broma, dijo en voz alta que "finalmente lo que le sucede al fútbol peruano y a los partidos políticos en nuestro país no difiere en gran medida". Uno de los presentes, mirándolo boquiabierto, expresando un poco de sorpresa y también malestar, según dejó entrever, le dijo "pero ¿qué dices?, ¿cómo te atreves a comparar lo que sucede en el campo de la política con lo que sucede en el del fútbol?". Yo atiné a escuchar en silencio...

Ya de regreso a mi casa, recordando aquel corto intercambio, me pregunté si es que quien ensayó la analogía entre fútbol y política tenía algo de razón. Raudo, ya en casa, tomé el teléfono, lo llamé y le pregunté "qué había querido decir". "Simple, respondió: El fútbol y los partidos políticos se parecen en dos cosas; la primera que casi nadie va a ellos cuando desde ahí se les convoca y, segundo, esta situación no se debe a que el fútbol y la política no tengan en sí razones para interesar, sino al hecho de la existencia de dirigentes mediocres".

Ante la respuesta siguió un silencio y otros temas como quien deja pasar el tiempo… "Caramba, no es una explicación erudita pero sirve para hacer entender, vulgarizando genuinamente, un poco más sobre lo que sucede en el campo de la política en nuestro país". Luego de colgar el teléfono pensé... primero en como, tal como mi amigo de muchos años sostuvo en medio de la conversación, la ausencia de nuevos rostros y referentes que inyecten savia fresca en estos cuerpos, convierte a los partidos políticos en organismos casi inermes...

No le faltan razones, me dije… pero no por ello dejé, a sabiendas de que mi interlocutor podía estar ocupado, de llamarlo para decirle que si el futuro de nuestra política se parecerá al futuro de nuestro fútbol, nada bueno se puede presagiar, sobre todo, para la democracia; pues si no se fortalecen los intermediarios institucionales que son los partidos políticos, más allá de las falencias que puedan tener, la Espada de Damocles del antisistema penderá siempre sobre nuestra libertad.

"Felizmente no todo está perdido", dijo mi amigo. "Mira lo que sucede en la institución nacional que es Alianza Lima; un rostro nuevo ha ganado las elecciones del pasado fin de semana y anuncia cambios fundamentales… Guillermo Alarcón, un nuevo dirigente irrumpe con novedad en el ámbito deportivo", añadió. Sentido común no le ha faltado una vez más a mi amigo. Por mi parte solo deseo, de ser cierto lo que encarna Guillermo Alarcón para este club que aglutina a la mitad de los amantes de balompié en el Perú, que lo que acontezca en la política se asemeje al fútbol, y surjan en los principales partidos rostros nuevos… por el bien del Perú.