Martes 23 de abril 2024 | Contáctenos
La visita de Mario Vargas Llosa a tierras venezolanas a fin de participar en el coloquio sobre "El Desafio Latinoamericano: Libertad, democracia, propiedad y combate a la pobreza", organizado por el Centro Liberal de Estudios de Economía, los días 28 y 29 de mayo, de seguro causará más que un gran revuelo en el escenario político latinoamericano. Las cosas se anuncian candentes. Una línea demarcatoria se traza y separa ya a aquellos que restringen la libertad de expresión de quienes defienden los fueros de su irrestricto ejercicio.
No podía ser para menos. Habiéndose convertido -dando muestras de convicción y no poco apasionamiento- desde hace más de dos décadas en el defensor de lo que el liberalismo latinoamericano entiende como libertad económica, Mario Vargas Llosa defiende también con pasión lo que considera indesligable a esta y consustancial, por ende, a su propuesta política: El derecho a expresar libremente las ideas. Algo de difícil ejercicio hoy por esos lares. No debe sorprender que su sola presencia genere malestar y enerve los ánimos en el campo adverso.
El Partido Socialista Unido de Venezuela ya ha hecho de conocimiento de todo el mundo la advertencia que pende sobre el hombre de letras. Vargas Llosa será expulsado si se atreve a desprestigiar, como sostienen, al gobierno del presidente Hugo Chávez. David Medina, uno de sus dirigentes, ha sido claro y enfático al decir que el primer mandatario venezolano podría expulsar al escritor si este critica al régimen la próxima semana, cuando en la ciudad de Caracas, junto con otros escritores, diserte en el marco del coloquio en torno a la libertad y democracia.
El ambiente se carga y enrarece. Y a medida que las horas avanzan, los días pasan y así nos acercamos a la fecha del evento, no debería causar sorpresa que algún percance, a primera vista inesperado, de un giro diferente a un evento que debe mantenerse, simple y llanamente, como lo que es: Un escenario por antonomasia que se presta para al intercambio de ideas entre personas que entienden que a partir de la exposición y la contraposición de ideas y opiniones nada malo se puede obtener si lo que se quiere es vivir en forma civilizada.