Sol, luz, calor, refrescantes ríos, comidas exóticas y amigables personas. Tarapoto es la capital de la provincia de San Martín y está en medio de la selva nororiental. Su ubicación estratégica premia a este lugar con múltiples bondades naturales que con los años, ha terminado convirtiéndola en uno de los centros turísticos y comerciales más importantes de la región.
Tarapoto te recibe siempre con un cielo abierto, cubierto de azul cian. Es una pintura hecha por el mejor de los artistas, que imaginó la combinación perfecta de agua y vegetación, y la posó en el valle de los ríos Shilcayo y Cumbaza, hogar de miles de especies naturales.
Todos pueden divertirse y aprender en Tarapoto. Es un lugar magnífico para la práctica del ecoturismo y turismo de aventura. Decenas de jóvenes y adultos aprovechan el cause agitado del río Huallaga para practicar canotaje, se dejan arrastrar por sus aguas y elevan su adrenalina al máximo.
Otros prefieren disfrutar de varias horas de pesca. La mejor época es entre junio y agosto, cuando los peces de la selva baja migran a la alta y el río se vuelve un festín de vida, color y sabor que se convierten luego en manjares exquisitos al paladar. Es simplemente una catarsis de sabores.
Tarapoto es además un punto importante de partida para conocer otros destinos igual de espectaculares. Lamas, Moyobamaba y la conocida ciudadela de Kuélap están en su sendero.
ECOTURISMO AL MÁXIMO
"La ciudad de las palmeras", así se le conoce a Tarapoto. Aunque al buen entendedor habría que decirle que además de la gama de diferentes especies de esta planta, Tarapoto también alberga a las más bellas lagunas, lagos, ríos y cataratas que cada día pugnan por alcanzar más belleza.
Entre las principales lagunas destaca la Laguna Azul, un lugar de ensueño al sur de la ciudad, que se caracteriza por sus cristalinas aguas azules y sus verdes y frondosos pastizales que le dan vida a garzas, sachapatos, águilas, aves pescadoras y al gracioso martín pescador. Alrededor de esta albufera, se erigen rústicas instalaciones que ofrecen momentos de relax y descanso; entre ellas La Cabaña, Puerto Vista Alegre, La Sirena, Puerto Patos y Las Hamacas.
Pero si desean algo más extremo, no hay como un refrescante baño en la caída de la catarata Ahuashiyacu, ubicada a 14 kilómetros de la ciudad. Son 14 metros de esplendorosa caída que le han creado el sobre nombre de "Agua cantarina" o "Agua que ríe", porque según los ribereños esta belleza es en realidad Ahusi, la hermosa hija de un cacique celoso quien pidió a un brujo que la convirtiera en catarata para alejarla de los hombres codiciosos. Las cristalinas aguas parecen cantar alegremente mientras recorren los pastizales. Es Ahusi, alegre y con melodiosa voz, tal y como cuenta la leyenda.
UN POCO DE HISTORIA
La historia también está tallada en Tarapoto. Los petroglifos de Polish son un místico conjunto de cinco piedras con grabaciones de plantas y animales en bajo relieve, seguido de un largo recorrido de 1.5 kilómetros con figuras de mágicas serpientes que acompañan a los caminantes.
Y las urnas funerarias de Chazuta lo dejarán boquiabierto. Son 65 tumbas halladas a 52 kilómetros de Tarapoto. Veinticinco de ellas son vasijas en cuyo interior se hallaron momias, herramientas y ofrendas, algunas de las cuales se exhiben hoy en el Centro Cultural y Artesanal Wasichay.