PALABRA DE JOVEN

El decreto legislativo N° 1090 es uno de esos documentos que no son fáciles de diseñar y que, por lo general, si no han sido concebidos por consenso, tienen un efecto devastador. Es así que durante las últimas semanas se propuso al Legislativo derogar el citado decreto; sin embargo, pudieron más los intereses de ciertas personas para posponer dicho debate.

Si avanzamos en el análisis podemos rápidamente notar que existe un problema crónico en el Perú y ese problema es de "derechos". La corrupción se ha blindado durante las últimas décadas y cada día se hace más difícil ejercer justicia para los que menos tienen.

Todo el Perú se pregunta: ¿Cuáles son los derechos de los nativos? ¿Tienen derecho a vivir en su pueblo con un mínimo de acceso a los servicios básicos y tecnológicos, o mejor les ofrecemos un mundo que se caracteriza por arrasar con todo lo que ellos creen que es parte de sus vidas?

En recientes declaraciones, el ministro del Ambiente, Antonio Brack, manifestó que existen leyes contrarias al cuidado y protección del medio ambiente, que poco a poco se irán corrigiendo.

Las preguntas que nacen inmediatamente son: ¿Desde cuándo se viene legislando en contra del cuidado y protección del medio ambiente? ¿Cuál es la responsabilidad de estos políticos que han hecho del Perú durante los últimos años su empresa S.A.C.?

No debe sorprendernos que algunas compañías transnacionales dedicadas a la extracción de recursos naturales, causen en el medio ambiente un efecto apocalíptico que se traduce en la extinción.

¿Cuáles son las políticas de Estado del actual gobierno? ¿Dentro de qué política está enmarcada la Ley de la Selva? ¿Por qué aún rige una Constitución que fue concebida en un gobierno autoritario? Estas serían las principales interrogantes que tienen que responder las autoridades gubernamentales.

Este gobierno está en la obligación de hacer de conocimiento público qué políticas y leyes existen a la fecha, relacionadas con la juventud y el medio ambiente.

La razón es obvia, son los dos el presente y futuro del Perú. Necesitamos de los jóvenes para sostener el crecimiento económico y reducir la pobreza; también necesitamos cuidar nuestro medio ambiente, ya que el cambio climático nos hará vulnerables y necesitamos de nuestros recursos naturales para sobrevivir.

Todavía no hay un compromiso de los partidos políticos para iniciar un cambio generacional que tenga consecuencias saludables para el país. La necesidad de revitalizar la política peruana con una nueva visión y misión, para así impulsar un nuevo compromiso entre las nuevas generaciones, aún no se da.

Sabemos que hoy lloraremos pero no permitamos que mañana sigamos llorando. Creo que sabemos lo que tenemos que cambiar a partir de hoy.

Por Anthony James Ramos Vargas