La videopolítica que Giovanni Sartori entronizó como categoría para referirse al poder de los medios audiovisuales para formar opinión y elegir, de alguna manera, a los gobernantes de una sociedad, se enriquece con la noción de Ciberpolítica. La presencia de Internet revoluciona la política, la academia y la vida diaria. El aluvión informativo cambia usos y costumbres. Desde el alumno más pequeño al más grande…, todos navegan buscando contenidos que generosamente puestos en la red nos colocan ante una verdadera revolución de la información y muy pronto de la política.
La revolución viene de la política mundial y Barack Obama lidera este fenómeno. No es posible imaginar su ascenso y definitiva nominación como candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos sin su campaña en Internet. Con e-mails diarios, enviados a sus donantes y adherentes, informa de cada una de sus actividades y de sus declaraciones. Sus videos son colgados sistemáticamente en YouTube…
El ciberactivista puede ver desde el más antiguo al más reciente de sus discursos. Es ahí, en el espacio electrónico donde hace un permanente balance de su campaña o pide otra donación o buscó apoyo, como el que solicitó cuando circularon, con evidente mala voluntad, sus fotografías vestido de musulmán. Barack Obama envió un lacónico y contundente e-mail: "No soy musulmán; envía este mensaje a todos tus conocidos". Eso y nada más que eso.
Cambio en
Gane o pierda Obama cambió para siempre la forma de hacer política. Es un líder carismático y orador excepcional, que ha logrado romper las barreras sociales y políticas derivadas de su color. Obama, como lo señaló Hugo Neira, no es negro sino mulato por ser hijo de blanca. No representa a los ciudadanos de origen africano pero enfrenta una discriminación que todavía permanece con más o menos matices. El ser hoy el candidato demócrata significa para el poderoso país un inmenso avance contra el racismo que no ocultan muchísimos blancos.
Obama y sus asesores apostaron por
Con
El Cuartel General Electrónico
Su página electrónica es un verdadero cuartel general, espacio sin límites, donde los voluntarios comparten ideas y elaboran proyectos sin moverse de su pantalla. Los cibernautas, convertidos en ciberactivistas, han sido llamados nómades inmóviles, una contradicción que conocemos bien quienes sentimos que navegando en la red estamos en todos lados sin movernos del asiento. Obama comparte su proyecto político y lo hace común por la vía más común, la poderosa Internet.
Desde este modelo que pronto se globalizará, la política será renovada. Es el potencial de cambio de las nuevas tecnologías el que permite repensar el modelo organizativo de los partidos tanto como sus fórmulas para el debate programático y su relación con la ciudadanía. Es la política del futuro y hoy el momento de repensarla. Las elecciones norteamericanas son un momento histórico apasionante que podemos aprovechar para nuestra propia renovación. Para que nuestros partidos acometan en profundidad un cambio de estilo y de cultura organizativa evolucionando hacia estructuras más abiertas, flexibles e innovadoras.