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LA SOBREPOBLACIÓN MUNDIAL Y SUS MALES

Reflexión ad portas del Día Mundial de la Población
En 1989, el 11 de julio se instituyó el Día Mundial de la Población, con el fin de crear conciencia en la humanidad de que un mundo con exceso de habitantes solamente nos puede encaminar a la extinción o a degradar las condiciones básicas de vida.
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LA SOBREPOBLACIÓN MUNDIAL Y SUS MALES

Cerremos los ojos, contemos hasta 10. En estos breves segundos han nacido 27 personas en diversas partes del mundo. El espectro de la sobrepoblación no recorre el mundo, se ha establecido sobre él, y promete atormentarnos con sufrimientos e inclemencias de no tomar las medidas necesarias para evitar incrementar su inflada  figura.

 

El problema de la sobrepoblación es un tema que sobrepasa las interrelaciones humanas, las diferencias sociales y económicas, las posturas religiosas, ideológicas y políticas; va más allá de la educación, el arte y toda manifestación cultural del ser humano.

 

Este tema está vinculado estrictamente a nuestro lugar en el planeta, a nuestra capacidad para sobrevivir como especie o de extinguirnos a causa de la falta de consciencia, del pobre uso de la razón y de no saber establecer nuestras prioridades. El problema es simple: La sobrepoblación destruye el mundo, y nosotros perecemos con él.

 

Actualmente, se percibe que son pocos los que hablan de la sobrepoblación como el problema que realmente representa, quizás por temor a atentar contra el derecho natural del ser humano a existir. Pero si la sobrepoblación no se detiene no habrá más seres humanos que luchen a favor de sus derechos.

 

John Feeney, especialista en temas ambientales, ha manifestado que las soluciones no emanan del silencio. Hace falta que volvamos a centrar la discusión pública en la sobrepoblación.

 

UN PROBLEMA DEL PRESENTE

 

Al comienzo, la Tierra necesitó de 2,5 millones de años, desde la aparición del ser humano hasta 1820 para crear mil millones de personas. Sin embargo, en los dos últimos siglos, el ser humano ha sobrepasado este curso natural alrededor de cinco veces, aproximándonos a los siete mil millones de personas (6,768,951,475), según los últimos datos de Census Bureau. Lo alarmante es que la población mundial aumenta mil millones de personas cada 10 años.

 

Otro referente, podrían ser los datos recopilados que muestran que entre el año 8000 antes de Cristo y 1750 de nuestra era, la población tuvo un incremento promedio de 67 mil personas por año; actualmente este mismo aumento se produce cada siete horas. Es decir, en una semana aumentamos lo que antes nos tomaba 24 años.

 

De esta manera, se calcula que si no se plantean medidas rigurosas, radicales y fuertes, mediante leyes y decretos apropiados para frenar el problema de la sobrepoblación, esta se duplicará en el curso de los próximos 50 años, arrojándonos un promedio de 12 mil millones de personas para el 2060.

 

No obstante, este aumento poblacional no se registra del mismo modo en todos los países. Se sabe, que en las naciones subdesarrolladas la población se duplica cada 20 años.

 

Muy por el contrario, muchos países desarrollados muestran unas cifras de natalidad negativa. Igualmente los países desarrollados presentan una población generalmente adulta, a diferencia de los países subdesarrollados donde la población predominante es joven.

 

CAUSAS DEL LA SOBREPOBLACIÓN

 

Esta explosión demográfica se debe a varios factores, entre ellos está el aumento de la esperanza de vida. Del mismo modo, la disminución de la mortalidad infantil, gracias a los avances médicos, tecnológicos y a mejores condiciones de vida.

 

El avance de la ciencia ha logrado aumentar el promedio de vida de las personas, si tenemos en cuenta que muchos estudios pronostican que el ser humano podrá vivir un promedio de entre 300 y 400 años, ¿qué futuro nos espera si no hemos solucionado la sobrepoblación?

 

Otro causante del aumento constante de seres humanos es la desinformación por parte de las autoridades de diversas naciones. Una población no instruida y desinformada sobre los inconvenientes que conlleva la sobrepoblación, no podrá asumir responsabilidades y actuar frente a este problema.

 

Del mismo modo, podemos incluir en esta categoría las posturas radicales y dogmáticas como la asumida por la Iglesia Católica, la cual ha mostrado su negativa frente a la utilización de cualquier método anticonceptivo.

 

Son célebres las declaraciones del fallecido Juan Pablo II, quien en 1993, durante su viaje a África, continente con la mayor tasa de natalidad y SIDA en el mundo,  exigió la no utilización del preservativo.

 

Ese hecho, fue en su día calificado por el Parlamento Europeo como "un auténtico genocidio, un crimen contra la humanidad". El diario The New York Times recogía en sus páginas que "el Papa Juan Pablo II atraviese el planeta predicando contra el pecado del control natal en estos días de desencadenado crecimiento poblacional, hambrunas y recursos cada vez más escasos, es algo más que inconsciencia o irresponsabilidad. Es una maldad".

 

Desafortunadamente, el actual Papa Joseph Ratzinger, no ha mostrado un cambio de postura, siendo duramente criticado por manifestar en marzo de este año, en África  que "El SIDA no se resuelve con preservativos", desacreditando su eficiencia y descartando su utilización.

 

PROBLEMAS

 

El aumento acelerado de la población origina mayor demanda de ciudades y la expansión de los asentamientos humanos. Debido a ello, cada año desaparecen 16 millones de hectáreas de bosque, propiciando la destrucción de los hábitats naturales de muchas especies, las cuales se ven obligadas a desplazarse a lugares inhóspitos, donde los animales nativos se extinguirán masivamente.

 

Esto ha conducido, a que en la actualidad, el promedio de extinción de una especie sea 10 mil veces más rápida de lo que sucede naturalmente.

 

También se calcula que las necesidades de agua aumentarán en un 20% en el año 2025, pudiéndose generar conflictos para la obtención de este recurso, que desde ahora se torna escaso.

 

Además, un promedio de cinco millones de personas, mueren anualmente con enfermedades asociadas a los desechos orgánicos, causados por la sobrepoblación de personas.

 

Podemos decir que de la sobrepoblación provienen todos los  males que vuelven indigna la vida humana, destruyen lentamente pero con certeza toda existencia. Hemos producido extinciones, destrucciones, exterminaciones, explotaciones y aniquilaciones que jamás podrán ser rectificadas.

 

Desgraciadamente, la sobrepoblación ha causado la sobreexplotación de los recursos naturales, la deficiencia de servicios, el aumento de desempleo, la pobreza y la contaminación ambiental, con el nefasto resultado del calentamiento global.

 

LA VIGENCIA DE MALTHUS

 

El panorama es desolador. Si actuásemos ahora mismo, tomando medidas como información, concientización y la práctica de un estricto control mundial de natalidad, tomaría alrededor de 100 años para que la población mundial se reduzca hasta la mitad.

 

El problema lo pronosticó en 1798 un pastor anglicano llamado Thomas Robert Malthus, y junto al problema planteó la solución. En un revolucionario y vigente libro, titulado "Ensayo sobre el principio de la población", Malthus sostenía que la capacidad de crecimiento de la población es infinitamente mayor que la capacidad de la tierra para producir alimentos.

 

De esta manera esgrimió la famosa frase: "La población crece de forma geométrica mientras que los alimentos crecen de manera aritmética". Es decir si somos 10 personas, la próxima generación seremos 20, luego 40, 80, 160, y así sucesivamente. Por el contrario, la producción de alimentos aumenta aritméticamente, es decir si tenemos 10, la próxima generación tendrá 20, luego 30, 40, 50, y así sucesivamente. Esto pronosticaba, un tiempo en que la población seria desbordante, y los alimentos  se convertirían en un bien insuficiente.

 

Su teoría no ha perdido vigencia, y podríamos decir que Malthus fue un profeta ignorado. Sin embargo, los actuales movimientos ecológicos y muchos científicos que reclaman solución a la explosión demográfica, saben que esta siempre estuvo ahí: Detener lo más pronto posible  la natalidad, de lo contrario nos precipitamos a un mundo incierto, pero con nefastas posibilidades.


Malthus sostenía tres medidas a fin de reducir el inminente peligro en que se convertiría la sobrepoblación. El pastor sostenía, que debemos poner freno al impulso natural de procrear, de tres formas: preventiva, propia de la conciencia moral de los individuos, y finalmente de manera represiva. Al ser humano le queda escoger. Naturalmente el pastor optaba por la "contención moral."

 

En el 2008, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfra), anunció como meta para el 2015, lograr que todos los gobiernos del mundo garanticen a las parejas, accesos a los métodos de planificación familiar, pues se calcula que cada año, 250 millones de mujeres quedan embarazadas por no tener acceso y orientación a métodos de planificación.

 

Estos métodos, muchas veces están lejos del alcance de personas que se encuentran en extrema pobreza. El lema de aquel año fue: "La planificación familiar es un derecho, convirtámoslo en una realidad". El problema está sobre la mesa, y junto a él la solución; corresponde a los gobiernos informar y a la población actuar. Esta es una reflexión ad portas del Día Mundial de la Población.
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