EN HONOR A LA VERDAD

Desde que asumió la alcaldía de Lima en el 2003, Luis Castañeda Lossio ha orientado su gestión a modernizar la capital, trabajando siempre por la protección del medio ambiente y la conservación de sus lugares emblemáticos.

Para muestra un botón. Durante su gestión, los parques zonales -usados como rellenos sanitarios con escasa o ningún área verde-, recobraron vida, convirtiéndose en pulmones de la ciudad, tal como lo reconocen los expertos.

Una eficaz gestión permitió voltear la página. Los parques zonales que estuvieron por años abandonados hoy albergan frondosos bosques y son centros de recreación y sano esparcimiento, totalmente recuperados, con piscinas, canchas deportivas, juegos para niños, zoológicos, zonas de camping, lagunas recreativas y por supuesto, extensas áreas verdes.

Solo en el parque Sinchi Roca de Comas se sembraron 25 mil árboles en sus 40 hectáreas y en el parque Huáscar de Villa El Salvador se sembró un bosque de 45 mil árboles de eucalipto en 40 de sus 54 hectáreas. En el 2006, World Leadership Award de Londres premió a la Municipalidad de Lima por este "Parque Ecológico Sur" y su laguna artificial más grande del Perú, que ha generado un nuevo ecosistema de aves silvestres.

En los ahora conocidos clubes Cahuide en Ate (15 hectáreas), Lloque Yupanqui en Los Olivos y Cápac Yupanqui en el Rímac (4 hectáreas) también se ha puesto especial énfasis en el cuidado de la ecología y del medio ambiente con la siembra y el cuidado de distintas especies vegetales que son el refugio perfecto de aves y otras especies animales.

Un esfuerzo similar se puso en marcha en el renovado Parque de las Leyendas, donde contamos con un hermoso jardín botánico y otras áreas verdes muy bien cuidadas.

Pero la recuperación de estos importantes espacios públicos solo ha marcado el inicio de una larga y decidida gestión para purificar el aire de Lima y dar bienestar a sus habitantes. Ahora se trabaja duro en el norte, sur y centro de la ciudad para poner en funcionamiento otros tres clubes zonales que, además de brindar un lugar acogedor a los vecinos de los distritos de la periferia de la capital, contribuirán a mejorar significativamente la calidad de vida y el medio ambiente.

Nos referimos a los clubes zonales Manco Cápac en Carabayllo (6 hectáreas), Huayna Cápac en San Juan de Miraflores (22 hectáreas) y Wiracocha en San Juan de Lurigancho (25 hectáreas), que ya pasaron a manos de la Municipalidad de Lima. Se encuentran en un proceso de remodelación y están siendo convertidos en los nuevos pulmones de la ciudad.

En los Pantanos de Villa se trabaja en la conservación del hábitat de muchas especies migratorias. En un trabajo conjunto con Digesa, se ha logrado reducir los niveles de contaminación de sus aguas y se siguen uniendo esfuerzos para la conservación de este humedal que posee la muestra más representativa de la flora y fauna de los humedales costeros del Perú.

Se ha llevado con éxito el programa municipal "Una casa, un árbol" que ha sembrado 60 mil plantones en viviendas de Lima, beneficiando a igual número de familias. A esto se suma el programa del Serpar: "Planta un árbol nace una vida", que ha donado 16,500 plantones en varios distritos.

Son un millón de árboles los sembrados durante la gestión de Castañeda. A este agresivo plan ecológico, se suman los esfuerzos para reducir los niveles de contaminación ambiental con el uso de gas natural en vehículos de transporte motorizado, que impulsa la Municipalidad de Lima con la puesta en marcha del Metropolitano, cuyas unidades se movilizarán haciendo uso de este combustible, que es el más limpio del planeta.

Además de la implementación de este moderno sistema de transporte, se trabaja de la mano con la Caja Metropolitana, para que las empresas de transporte y taxistas opten por este combustible y así contribuyan a que todos los que vivimos en Lima disfrutemos de un aire más limpio. En los últimos dos años, la Caja ha financiado la conversión a gas de más de 40 mil vehículos.

El trabajo de Castañeda está orientado a modernizar Lima sin descuidar el medio ambiente y la conservación de la ciudad. Se han retirado 150 árboles en Chorrillos pero vamos a reponer 3,000; es decir, se sembrarán un promedio de 20 por cada uno de los retirados por las obras del Metropolitano.

La medida ha sido legal amparada en la Ordenanza Nº 525 (26-07-03) que dispone que "de existir necesidad técnicamente justificada, se deberá reponer 10 árboles por cada uno". Pero se va a reponer el doble.

El compromiso de la Municipalidad de Lima siempre ha sido ley. Cuando se retiraron árboles por  las obras para la remodelación de la avenida Arenales, se repusieron y se colocaron más de los que habían antes. Se han arborizado avenidas de difícil manejo como en las concurridas Abancay, Tacna, Wilson y Arequipa.

A lo largo de la historia, se han hecho críticas desmesuradas cuando se han realizado grandes obras, como con el zanjón. Se criticó el retiro de áreas verdes y las expropiaciones, se dijo que era un elefante blanco. Hoy sin esa obra la ciudad sería un caos.

Cuando se construyó el Circuito Mágico del Agua se cuestionó que demandaba mucha inversión. Hoy no solo motiva a miles de turistas a quedarse un día más en Lima, sino que con los recursos que se captan por el ingreso a esta maravillosa obra que nos transporta a la fantasía, se reconstruye el Teatro Municipal, que volverá a recuperar su esplendor. Los ejemplos son infinitos.

Por suerte la mayoría de limeños que quiere a su ciudad lo entiende perfectamente. No en vano Castañeda goza de más del 80 por ciento de respaldo de quienes anhelan ver una ciudad moderna, con un sistema de transporte rápido y ecológico como el Metropolitano, tal como tienen las principales capitales del mundo; y que quieren de Lima una ciudad competitiva, sostenible e integrada al mundo globalizado.  Lo digo en honor a la verdad.

Por Víctor Juárez