Las críticas se suceden después de conocerse los planes del gobierno de Alan García de disolver la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), la organización nacional peruana de indígenas amazónicos.
“Nosotros, los bosquimanos de Botsuana apoyamos a los indígenas de Perú y pensamos que el gobierno peruano y las empresas petroleras no deberían olvidar a los pueblos indígenas. Si destruyes su tierra, destruyes a los propios indígenas”, declaró Jumanda Gakelebone, de la organización de bosquimanos del sur de África First People of the Kalahari (Primeros Pueblos del Kalahari).
Según Armand MacKenzie, del Consejo Innu de Nitassinan (Canadá), “el gobierno de Perú debería sentarse y mantener un diálogo respetuoso con AIDESEP como representantes legítimos de los indígenas amazónicos del país, y no intentar atacarles a través de los tribunales”.
“Es vergonzoso. Censuro el comportamiento del gobierno peruano por intentar destruir la voz de la población indígena amazónica”, manifestó Lal Amlau, indígena jumma de Bangladesh.
La organización que representa a los pueblos indígenas de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú: CAOI, también quiso pronunciarse al respecto: “Si persigues a AIDESEP, estás persiguiendo a todos los pueblos indígenas; no solo a aquellos en la Amazonia o de Perú, sino de todo el mundo”. CAOI calificó el intento de disolver AIDESEP como “absurdo” y una prueba más de unas políticas gubernamentales “racistas”.
AIDESEP se ha opuesto enérgicamente a los intentos del gobierno de abrir la Amazonía peruana al petróleo, al gas y a las empresas mineras. La propuesta de disolver la organización fue formulada por el Ministro de Justicia peruano solo tres días después de que la Policía repeliera una protesta indígena en el norte de Perú, que formaba parte de las amplias protestas en la Amazonía coordinadas por AIDESEP, enfrentamiento que dejo una treintena de muertos.
AIDESEP se fundó en 1980 y representa a 350,000 indígenas de la Amazonía peruana. A decir de Survival International, “a mucha gente en todo el mundo, lo primero que se les viene a la cabeza cuando piensan en Perú es en Machu Picchu, una de las principales atracciones turísticas de Sudamérica. Perú corre ahora el riesgo de ser más conocido por su gobierno represivo dispuesto a destruir el movimiento indígena del país”.