Con el lema Respondiendo juntos a las prioridades de nuestros pueblos, el cónclave que reunió a las autoridades de 60 países dio como fruto la llamada Declaración de Lima, documento de 57 puntos con propuestas genéricas y afirmaciones de buena voluntad concentradas en tres ejes centrales: las relaciones entre América Latina y
Sobre el primer punto se señaló la necesidad de redoblar el esfuerzo en las negociaciones para alcanzar acuerdos de libre comercio entre los distintos bloques de América Latina y el Caribe con Europa, justo en medio de las dificultades para que
En lo que respecta al segundo eje, la declaración fija una ambiciosa agenda para los dos próximos años en lo que respecta a la erradicación de la miseria y al logro de un crecimiento económico sostenible. "La lucha contra la pobreza, la desigualdad y la exclusión a fin de alcanzar o aumentar la cohesión social es una prioridad política clave de la asociación estratégica entre nuestras regiones", reza un artículo del documento. Sin embargo, no se puede negar que los objetivos han quedado en meros acuerdos, sin metas definidas ni cifras de inversión para paliar dos de los más graves problemas que enfrenta América Latina.
Si bien los mandatarios se mostraron profundamente preocupados por la crisis alimentaria y el alza en los precios de los productos de primera necesidad, y se comprometieron a adoptar acciones inmediatas, lo cierto es que no se informó acerca de cuáles serán esas medidas concretas.
En relación a este tema, durante
¿ACUERDOS SIN COMPROMISOS?
En cuanto al cambio climático, los países participantes se han comprometido a promover la diversificación de fuentes de energía y se ha puesto las bases del proyecto EUROCLIMA como mecanismo de intercambio de información sobre al cambio climático en América Latina, para ser aplicado sin perjuicio de las respectivas políticas nacionales.
"Procuraremos fortalecer el régimen global del cambio climático (…) asegurando mayor financiamiento y flujos de inversión para la mitigación y la adaptación, de una manera efectiva y justa", dice un artículo de
El documento también reconoce vagamente la necesidad de seguir investigando e invirtiendo en la búsqueda de fuentes de energía limpia y renovable. "Promover el mejor acceso y el mayor uso de fuentes innovadoras de energía renovable e iniciar, para la próxima cumbre (a celebrarse en el 2010), actividades de investigación en esta materia y sobre eficiencia energética", señala
Conviene señalar que este tipo de reuniones no son otra cosa que espacios políticos con alcances limitados, sin carácter jurídico, cuyas conclusiones no son vinculantes, y en donde los Jefes de Estado se cuidan en demasía de no usar la palabra compromiso.
Sin embargo, a diferencia de las cuatro cumbres ALC-UE anteriores, esta última planteó por primera vez metas concretas sobre el papel, como los Objetivos de Desarrollo del Milenio de
¿IMPACTO NEGATIVO?
Biocombustible es el término con el cual se denomina a cualquier tipo de combustible que derive de organismos recientemente vivos o sus desechos metabólicos, tales como el estiércol de la vaca. Los combustibles de origen biológico pueden sustituir parte del consumo en combustibles fósiles tradicionales, como el petróleo o el carbón.
Los biocombustibles más usados y desarrollados son el bioetanol y el biodiésel. El primero se obtiene a partir de maíz, sorgo, caña de azúcar, remolacha o de algunos cereales como trigo o cebada. El segundo se fabrica a partir de aceites vegetales, que pueden ser ya usados o sin usar.
Para muchos expertos, el uso de biocombustibles tiene impactos ambientales negativos, debido a que, pese a que en las primeras producciones de esta nueva fuente de energía solo se utilizaban los restos de otras actividades agrícolas, con su generalización y fomento en los países desarrollados, muchos países subdesarrollados, especialmente del sureste asiático, están destruyendo sus espacios naturales, incluyendo selvas y bosques, para crear plantaciones para biocombustibles. La consecuencia de esto es justo la contraria de lo que se desea conseguir con su producción: los bosques y selvas limpian más el aire de lo que lo hacen los cultivos que se ponen en su lugar.
Otras de las causas del impacto ambiental son las debidas a la utilización de fertilizantes y agua necesarios para los cultivos; el transporte de la biomasa; el procesado del combustible y la distribución del biocombustible hasta el consumidor. Varios tipos de fertilizantes tienden a degradar los suelos al acidificarlos. El consumo de agua para el cultivo supone al mismo tiempo disminuir los volúmenes de las reservas y los caudales de los cauces de agua dulce.
Al comenzar a utilizarse suelo agrario para el cultivo directo de biocombustibles, en lugar de aprovechar exclusivamente los restos de otros cultivos, se ha comenzado a producir un efecto de competencia con la producción de alimentos, resultando en el aumento del precio estos.