LOS PRESIDENCIABLES
Alguna vez conversaba con un analista político que las elecciones del 2011 iban a ser muy ideológicas. No me convenció del todo esta idea. El hecho de saber que solo el tres por ciento de la población está inscrita en partidos políticos me hace dudar mucho más.
Elitizada, sí, pero nuestras élites son involutivas, renuentes. Lo que está claro es la poca profundidad de los candidatos en lanzarse al ruedo como en otras ocasiones. En este contexto, hay una sombra que todavía no crece al por mayor: El efecto Alejandro Toledo. Cuando aparezca de verdad veremos el escenario en su mejor expresión.
Y hay una figura que se presenta atractiva y provocadora: la flamante ministra de Economía, Mercedes Aráoz. El arma de doble filo de Alan García: la tumba o la empina como una jugadora de basket. Provocativa desde todo punto de vista, sobre todo, con el machismo imperante en nuestra sociedad. Sin pensamientos ni ideas su belleza pude captar votos. De eso ya tenemos vasta experiencia.
Luciana León es un dulce ejemplo. Mientras, el humalismo se juega su disolución: O dejan huella o serán liquidados por la historia. Y una vez más los fujimoristas serán decisivos pero no punteros.
Otro que ronda con proyección es Alex Kouri. Recomendable para una buena plancha presidencial; y Lourdes Flores nuevamente ni asoma ni suena, al final, será la estampita que le faltaba al Señor de los Milagros.
LAS INSTITUCIONES DEMOCRÁTICAS
¡Ay Congreso! Cuánto daño se hace en tu nombre. Ya no se habla de “otorongos” pero toda la población piensa lo mismo que en los años noventas. La democracia llora cuando los aspirantes al Parlamento llenan su hoja de vida. Infelizmente, el voto preferencial solo puede funcionar si existe excesiva necesidad con miseria y cunde el ayayerismo como oferta laboral.
Del Poder Judicial solo queda la decencia de los jueces que condenaron al ex dictador Alberto Fujimori. El resto es silencio para que no sigan renegando. Y con todos sus vaivenes, el Poder Ejecutivo goza de buena salud y muy pocos recuerdan la mamá de los ministros de Economía como antes, mucho menos ahora que la cartera reposa en las manos de una dama.
El Ministerio de Trabajo sí tiene fuertes tapones en los oídos porque la cantidad de evasión de costos laborales y la corrupción de sus funcionarios es un cuento muy largo para contar. Una sugerencia: Revisen los colegios privados y a sus pobres maestros y verán por qué los niños ya no cantan como antes.
De las alcaldías de las zonas populares verbigracia Comas, Villa María o San Juan de Lurigancho, resulta difícil su análisis ante la diacronía de su movimiento: Cunde la cultura de la franela cuando no hay ciudadanía. Que lejos están de zonas como San Isidro, San Borja o Miraflores y la arremetedora Los Olivos.
Los organismos estatales de control están haciendo sentir su presencia. Ya Osiptel ha cuadrado a una empresa de telefonía móvil. Sus mecanismos de comunicación todavía no tienen buenos alicientes pero algo es algo. Indecopi no suena, pero funciona sin mucho farfulla y divulgación.
Conclusión única: Para la democracia que nos alberga hemos avanzado a nivel institucional. A paso de vaca con pastor pero caminando al progreso, eso vale mucho más que un pisco y salud.
NUESTRO HUMOR NACIONAL
Es cierto que todo país tiene el presidente que se merece, pero también es cierto que cuando una población no ríe es señal de que hay profundas heridas con pus. Hace tiempo que el Perú carece de humor, pero sí abunda la burla de la desgracia y del hombre nacional. Este es el “humor” maloliente.
Hay una frase que le escuché a un pasajero: “Entre cholos nos matamos”. Humor de la calle. Y se me viene a la mente la cantidad de programas de rubor que existe en la TV de señal abierta. Hay excepciones, pero escapan a ser exclusivas por no perder audiencia. Considerar a Edwin Sierra como un humorista, comediante o artista linda con la barbarie más inmunda.
¡Ah! este 2009 nos regaló a un nuevo elemento de la comedia nacional: Jaime Baily. Debería dedicarse a este rubro antes de hacerle tanto daño a la literatura. Su distancia frente a Carlos Álvarez y Jorge Benavides casi no existe. Hasta el propio Tongo linda con su comicidad. Se destapó para todos sin necesidad de jaula de las locas y con grandes dosis de carcajada. Así contribuye: “No te muevas mucho Jamito”.
Años que el humor ofende a la mujer pero ella se deja llevar y la desnudez supina es la nueva “chamba” rentable de las féminas, mientras las feministas neutras no pueden hacer nada ante la voracidad de los medios de comunicación. El morbo y su poder.
NUESTRO FÚTBOL
Yo no creo que el fútbol peruano sea mediocre. Los dirigentes sí son de lo peor. Allí radica el principal nudo del asunto. Profesionales del balompié que juegan en las canchas que tenemos con capaces de todo en los finos campos de cualquier buen estadio.
Sucede que hay una cuestión de mercado que no funciona. Es típica la creencia de la indisciplina y el afán de notoriedad de los jugadores cholos. Su desubicación y desatino. Y ningún club de nivel desea repetir la experiencia Reimond Manco.
Tenemos futbolistas internacionales para contar con los dedos, a las justas, hasta espacios periodísticos tienen en la TV. Esto sería un chiste en la tele de Brasil, Argentina o Uruguay. La sombra de hongo fomentada por la gestión de Manuel Burga nos tiene peor que siempre. Un fujimorista metido en las narices del aprismo. Es el resumen de nuestros fracasos mundiales.
Si nuestra puntería estaría enfocada en el arco antes que en la huacha o en el pase del desprecio, por lo menos tendríamos una demanda de exportación. Ya lo dijeron los grandes: “Los peruanos son buenos, solo que no quieren demostrarlo con esfuerzo fuera del país”. Habrá noticia deportiva, sin duda.
LAS CALLES DE LIMA
Viajar por la capital es un infierno. Y el 2010 se supone que seremos más felices con el bendito Metropolitano. Se viene la ola informal porque los mototaxis y los buses todavía no generan su reacción informal. Veremos cuál es el resultado pero por lo menos muchos van a mejorar su salud social. Un transporte diferente cambia la mentalidad de cualquier peruano.
De la inseguridad ni me digan nada porque ahora mismo veo mis bolsillos en esta cabina de Internet y desconfío de la linda chica que está a mi costado. La desconfianza total se respira, se huele. La paranoia alimenta las citas con los psiquiatras y la depresión que genera el centro de Lima ha generado más que olas indiscriminadas de suicidios.
Caminar por las calles de Lima sigue siendo un peligro, un temor, una desdicha con dosis de inconmensurable estrés. Del cielo color panza de burro de los setentas, arribamos al color gris olor a desagüe. Hay una popular ola cultural que rodea todo este sinsabor, y en la misma línea, los miles de “gastonesacurios” que pululan enarbolando nuestra comida, son nuestra mejor bandera rojiblanca.
Si hay de un orgullo peruano en Lima, probemos un cebichito con su arroz con pollo o un sancochado solo para abrir el apetito mundial de todos los comensales.
LOS QUE SE FUERON
Adiós Micky Rospigliosi, Alvaro Ugaz, Alicia Delgado, Arturo “Zambo” Cavero y don Alberto Andrade. Hasta luego peruanos muertos por la negligencia y la injusticia. Pudieron hacer más por el Perú. Hasta pronto buenos peruanos. Toda la prensa sabe de ustedes.
Solo hay alguien que nunca será noticia popular. Lean por favor. El pasado 17 de marzo, luego de un derrame cerebral, cerró los ojos para siempre, Lizardo Lagos Cerna, mi padre. El 9 de mayo, sábado previo al Día de la madre, su corazón dejó de latir para todos los que lo vieron. Te fuiste viejo y hasta hoy te veo en mis sueños y despierto llorando. Se te extraña papá.
Hasta hoy que termino esta nota muchos saben que tú también fuiste un artista del timón y de la mecánica automotriz eléctrica. Quiero que sepan que ningún medio publicará que cantabas rancheras y escuchabas huaynos pensando en un mundo mejor. Que las letras de los tangos eran tus poemas sociales. Que amaste y te fuiste sin conocer Ayacucho por mi grandísima culpa y que en tus últimos días de juerga no pudiste encontrar tu canción El rey de Vicente Fernández.
Volveré por ti mi querido viejo porque, en serio, tú mereces muchas páginas para la memoria de mis lectores. Es una ventaja que el teclado no sea de papel, de lo contrario, mis lágrimas hubieran mojado de dolor este final.