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FUENTES DE BETESDA

Aguas milagrosas en Jerusalén
"Algún tiempo después Jesús subió a Jerusalén para celebrar una de las fiestas judías. En Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque conocido con el nombre de Betesda, que tiene cinco portales..."
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FUENTES DE BETESDA

“En estos portales había muchos enfermos recostados en el suelo: ciegos, cojos, paralíticos. Entre ellos había un hombre que llevaba 38 años inválido. Jesús al verlo allí tendido y sabiendo que llevaba mucho tiempo le preguntó: ¿Quieres curarte?

El enfermo le contestó: “Señor, no tengo a nadie que me introduzca en el estanque cuando se mueve el agua. Cuando quiero llegar yo, otro ya se ha adelantado”.

Entonces Jesús le ordenó: “Levántate, coge tu camilla y vete”. En aquel instante, el enfermo quedó curado, tomó su camilla y comenzó a andar. Aquel día era sábado. (Juan 5,1-9)”

¿Quién no conoce este pasaje de la Biblia? (sin punto) Estoy segura que todos hemos escuchado alguna vez este milagro de Jesús y aunque se presta más atención al hecho realizado, existen en este pasaje personajes importantes de los cuales tenemos hoy pruebas de su existencia: Las piscinas de Betesda.

En el tiempo del Rey Acab (siglo VIII antes de Cristo), se construyó en Jerusalén, un dique de 6m de ancho para retener el agua de la lluvia en un estanque de 50m x 40m, que era utilizado para purificar a las ovejas antes de sacrificarlas en el templo cercano del  Rey Salomón.

En el siglo III, se construyó un segundo estanque de 60m x 50m al sur del primero, y la población empezó a otorgarles un halo de santidad a las aguas, sobre todo los más pobres y enfermos que no tenían ingreso al gran templo debido a sus males.

Una multitud de enfermos buscaba la curación. Esperaban pacientemente que las aguas de los estanques se movieran como olas para sumergirse en el agua y bañarse con el líquido milagroso. Precisamente en este lugar, fue donde según registro bíblico, Jesús sanó al paralítico.

En el año 44 d.C. Herodes Agripa rellenó los estanques de Betesda y construyó una cisterna y para el año 70 d.C. el lugar de curación perdió su importancia, hasta que en el año 1130, los Cruzados construyeron sobre y al costado de las fuentes, una iglesia romana dedicada a Santa Ana, madre de María y la confiaron a una comunidad de Benedictinas.

Pero fue en el año 1878 que se descubrió el dique y los dos grandes estanques de Betesda, para luego, tras más excavaciones, se localizaran los baños antiguos de curación.

El lugar no es muy amplio, pero se visualizan claramente la forma de las cisternas, los diques y caminos por donde estuvo el agua. Los visitantes tienen acceso a los canales subterráneos y al bajar es inevitable sentir un escalofrío ante la oscuridad y la humedad.

Aunque el agua ya no corre por este lugar, cientos de visitantes oran y aprovechan su estadía para conmemorar el milagro y por que no, hacer alguna petición especial.

Estar en este lugar es impresionante, emocionante. Los vestigios pueden palparse con las manos y en esta oportunidad intento hacer llegar este sentimiento a nuestros lectores. Disfrute de las imágenes que Generacción ha captado para usted y conozca de este maravilloso y milagroso lugar.

fuentes de betesda

Vista superior de una de las cisternas subterráneas.

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Antiguas escaleras de ingreso a las cisternas.

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Nivel real de la construcción de Betesda en la época de Jesucristo.

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Restos de columnas y depósito de agua.

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Laterales de Betesda.

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Resto de una columna encontrada en la parte central de Betesda.

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Parte superior de una de las piscinas y muro de contención protegido para proteger el lugar.

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Escaleras por donde se bajaban a las cisternas.

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Resto de la parte superior de una columna.

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Escalera para acceder a las cisternas.

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Arcos y ventanas típicos del lugar.

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Fachada de la Iglesia de Santa Ana.

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