De origen español pero perfeccionado en el Perú, es mencionado por Ricardo Palma cuando se refiere a un fraile libertino que estuvo “preso en el convento” por su “vida licenciosa”, el cual, por el año 1651, al visitar a un amigo moribundo, su “compañero de aventuras”, le dijo “¡Qué diablos, hombre! Vengo por tí para llevarte a una parranda, donde hay muchachas de arroz con leche y canela”.
El fraile, “acercando la botella de aguardiente a la boca del enfermo, lo hizo apurar un buen sorbo”. Y así, entre trago y trago, el difunto “legó la mitad de su hacienda a los conventos, lo que en esos tiempos bastaba para que a un cristiano le abriese San Pedro, de par en par, las puertas del cielo” (“Tradiciones peruanas”, Espasa-Calpe, 1983, t. 2, pp. 376, 377).
Por su parte, Manuel Atanasio Fuentes afirma, en 1860, que este apreciado postre también era vendido por las dulceras, alrededor de la una de la tarde, gritando “¡Y la arrosee! … ¡ Arróo con lech!” (sic), en las calles (“La Ciudad de los Reyes…”, Lima, Instituto Latinoamericano de Cultura y Desarrollo, 1998, pp. 108, 109, 282).
El arroz con leche es cocinado de diferentes maneras en toda América, pero es en nuestro país donde se perfeccionó su sabor, textura y presentación. Gracias al excelente resultado logrado por el mestizaje de la cultural española y nuestra cultura, hoy ocupa un lugar muy bien ganado en gastronomía peruana.
Ingredientes:
1 taza con arroz
5 tazas con agua
1 raja de canela grande
6 clavos de olor
1 lata de leche condensada o 1 litro de leche
1 1/2 taza de azúcar
1 cdta. de esencia de vainilla
1 cdta. de rayadura de cáscara de naranja
1/4 de taza de pasas
3 nueces (pecanas) picadas
Canela en polvo
Preparación:
Poner en un cazo el agua a hervir con la canela y el clavo de olor.
Una vez que esté hirviendo, agregar el arroz y moverlo constantemente hasta que reviente.
Añadir la leche, el azúcar, las pasas, las nueces, la rayadura de naranja y moverlo hasta que hierva por 3 minutos más.
Se sirve en pequeños platos hondos y se le espolvorea canela en polvo.
No es muy estricta la manera de hacerla, si bien los ingredientes que la componen son casi siempre comunes; otros ingredientes como clara de huevo, crema de leche, manteca, la vainilla, pasas, nueces, le dan marca de origen.