En la actualidad, el diagnóstico de casos de cáncer de mama se realiza con la extracción de los ganglios linfáticos, procedimiento que puede causar efectos poco agradables a las pacientes. Sin embargo, una investigación del Departamento de Oncología Quirúrgica de la Universidad de Texas, Estados Unidos, demuestra que un análisis de sangre podría detectar la anomalía en fase temprana.
El estudio identificó células tumorales circulantes (CTC) en el torrente sanguíneo de personas que sufrían el proceso de propagación (metástasis), por lo que el objetivo del análisis consistió en averiguar si las primeras se hallan en la sangre antes que no se halla diseminado más allá de su ubicación original (cáncer no metastásico).
De esta forma, de las 302 pacientes con cáncer de mama evaluadas, el 24% mostró CTC en su sangre, mientras que la supervivencia sin progresión y la global las dio de forma exacta (un 15% dio positivo en CTC recurrente y el 10% falleció durante el periodo de estudio, que duró cinco años y 9 meses); y en aquellas con una concentración más alta de CTC, la correlación con la supervivencia y los índices de progresión fue más alta.
“Si la presencia de células tumorales circulantes contribuye de forma independiente a los factores pronósticos disponibles en la actualidad, esta información podría ser útil en la estadificación de la enfermedad, y en la identificación de pacientes que podrían beneficiarse de terapias adyuvantes adicionales”, sustentó el profesor Anthony Lucci, quien dirigió la investigación, rescata Europa Press.