A dicha conclusión ha llegado el psiquiatra Joseph Hibbeln pues el pescado es rico en Omega 3 aumentando la serotonina, la cual es considerada como la hormona del bienestar.
Estudios de la Universidad de Lausana (Suiza) y de la Asociación Británica para el Control de la Ira sostienen que tomar suplementos de la referida sustancia “reduce la hostilidad entre nuestro entorno y evita que perdamos la paciencia hasta llegar a los gritos“.
Por ello, en los países que se consume una buena cantidad de pescado, el estrés es notablemente menor.