Especialistas de la Universidad de Buffalo en Nueva York (Estados Unidos) revelan mediante una investigación que los policías que trabajan bajo presión y que cubren horarios nocturnos son los que tienen mayor riesgo de sufrir de Cáncer, enfermedades cardíacas e insomnio.
Además, este riesgo también implica que los referidos agentes pueden padecer males como la obesidad abdominal, presión arterial alta, diabetes tipo2 y problemas cerebrovasculares.
John Violanti, uno de los expertos que trabajó en el estudio señala que la reputación y condición económica del policía pueden ser perjudicadas por patologías crónicas y problemas de salud mental.
“Cuando un policía necesita ayuda respecto a la salud mental éste podría ser maltratado y avergonzado por sus compañeros y jefes. Además, no logrará ascender de cargo”. Agregó el especialista.