Los médicos de la Universidad de Tokio, en Japón, salvaron a una bebé que padecía una enfermedad cardíaca con la ayuda del dispositivo de asistencia ventricular EXCOR de Berlin Heart, el 2 de agosto de 2012.
En ese sentido, si se considera el aspecto médico, la bebé de 14 meses sólo hubiera sobrevivido unas pocas semanas más sin el dispositivo de asistencia ventricular.
Ahora, el corazón artificial realiza la función de bombeo de sangre del corazón completamente debilitado.
Hasta que no aparezca un donante de corazón para la infante, que apenas pesa siete kilogramos, su vida depende del corazón mecánico artificial.