En la goleada del Real Madrid por 5-0 al Mallorca, Cristiano Ronaldo, que marcó un doblete, invitó a la hinchada rival a que lo sigan pifeando.
Después de una serie de regates del portugués, la hinchada le dedicó una sonora pitada. El futbolista respondió con un gesto con el que parecía reclamar que lo siguieran molestando.