Las enfermedades cardiovasculares constituyen una de las causas principales de discapacidad y muerte prematura en todo el mundo. En Perú la tasa de mortalidad por enfermedad isquémica de corazón, que es la que provoca una angina de pecho o un infarto, es de 28.77%, advirtieron voceros del Ministerio de Salud (Minsa).
Marianela López, coordinadora de la estrategia de Enfermedades No Transmisibles del Minsa, sostuvo que la enfermedad isquémica del corazón se debe a una disminución sensible de la circulación sanguínea en áreas del corazón que impiden su función normal.
Explicó que el corazón es un músculo especial que funciona sin interrupción, que requiere para ello grandes cantidades de energía que le proporciona la sangre a través de los vasos sanguíneos.
“Los vasos sanguíneos que irrigan el corazón, son tres arterias que se distribuyen por su superficie externa en forma de ramas que penetran en el músculo y aportan oxígeno y nutrientes. La obstrucción de estas arterias por un proceso de arteriosclerosis provoca una angina de pecho o un infarto de miocardio” resaltó.
Factores de riesgo
Refirió que el 80% de los casos para desarrollar esta enfermedad se debe a los llamados factores de riesgo modificables, es decir la mala alimentación, falta de actividad física y hábitos nocivos como el consumo de tabaco.
“La obesidad, el colesterol, la diabetes, el tabaquismo, el sedentarismo y la hipertensión, la edad y el estrés son algunos de los principales factores de riesgo de las enfermedades del corazón que incrementan las posibilidades de sufrir una angina de pecho o infarto” destacó.
López explicó que si se tiene se encuentra en alguno de estos grupos es aconsejable que se someta a un control cardiológico al menos una vez al año. A más factores, existe más peligro de sufrir un accidente cardiovascular o una enfermedad coronaria.
“La promoción de la salud y la prevención son las armas fundamentales para la prevención. A través de la educación para la salud y el fomento de estilos de vida saludables son factores determinantes de la salud que se anticipan a la aparición de riesgos cardiovasculares en la población”, agregó.
Signos de alarma
López indicó que hay enfermedades que llegan repentinamente y por esa razón no nos damos cuenta qué es realmente lo que estamos sintiendo.
"Si se siente un dolor de pecho opresivo que puede extenderse al brazo izquierdo y cuello, dificultad respiratoria, vómitos, náuseas, palpitaciones, sudoración y ansiedad, podría indicar que la persona es víctima de un infarto que puede terminar en muerte súbita si no es atendido a tiempo", dijo.
Por ello, remarcó la importancia de medidas preventivas de estos males con la ingesta de una dieta saludable que proporciones un control de peso adecuado, la practica de actividad física regular, control de la presión arterial en personas mayores de 40 años.
Asimismo, evitar hábitos nocivos como el exceso de alcohol y tabaco y el control médico periódico, como también la importancia que nos puede salvar la vida, ante el menor signo de alarma como los descritos anteriormente dolor opresivo en el pecho, sudoración profusa, acudir de inmediato a un establecimiento de salud para recibir atención especializada.
Unas 17,3 millones de personas fallecen cada año en el mundo debido a un infarto u otros problemas cardiacos.
Fuente: Andina