A menos de un mes de iniciarse la vigésima conferencia sobre el clima en Lima, China y Estados Unidos, los dos más grandes contaminadores del planeta, responsables, del 45 por ciento de las emisiones de CO2, han llegado a un acuerdo este miércoles 12 de noviembre de miras a reducir las emisiones de gas de efecto invernadero.
El coloso del Asia, país que produce la mayor cantidad de gases contaminantes, se ha fijado como objetivo un máximo de sus emisiones de gas invernadero para “alrededor del año 2030”. Y según lo anunciado por Washington, con la intención de “tratar de alcanzar el objetivo” lo más pronto. Un hecho que constituye la primera vez que la China ha expresado un compromiso, fijando fecha, en torno al momento en el que la curva de emisiones se invertirá.
Por su parte, los EEUU han prometido reducir en un intervalo que va del 26-28 por ciento sus emisiones de aquí hasta 2025 en relación al nivel del 2005. Algo que será consecuencia, según Barack Obama, de “el acuerdo histórico” al que ambas partes han llegado. Un compromiso que tendrá que ser ratificado por el Congreso de los EEUU, donde el nuevo líder de la mayoría republicana ha manifestado su desacuerdo señalando que se trata de “un proyecto irrealista.