Viernes 19 de abril 2024 | Contáctenos
Joinville es una ciudad brasileña ubicada al norte del Estado de Santa Catarina y cuenta con 546 mil habitantes. Durante julio de cada año, es el escenario del Festival de Danza que ostenta el título de ser el más grande del mundo en su género, según el Libro de los Récord Guinness.
El Festival, que se celebra hace 33 años, cuenta con cerca de 6 500 participantes por año y 230 mil espectadores, y atrae también a turistas naciones e internacionales, además de pobladores de las ciudades cercanas como Blumenau, Jaraguá do Sul y Pomerode.
Este año se llevará a cabo desde el 22 de julio al 1 de agosto y serán 220 horas de espectáculos (170 de estas son gratuitas); habrán 7 estilos de danza y artistas brasileños, alemanes, estadounidenses, argentinos, paraguayos, suizos, entre otros. En total, serán 403 grupos de danza, los cuales, presentarán 1 138 coreografías distintas. La programación, además, incluye seminarios, cursos, competiciones, talleres y la venta de objetos de danza. Y hay un detalle que nos indica de la magnitud que tiene esta ciudad para el mundo de la danza: La única extensión extranjera del Teatro Bolshoi de Rusia se encuentra en Joinville.
Por su parte, la ciudad de Joinville, es tranquila y acogedora; como su nombre revela, mantiene raíces coloniales de origen francés. En los horarios de entrada y salida laborales, es común observar a los trabajadores circulando por las calles utilizando la bicicleta como medio de transporte. Otro paisaje típico de Joinville son las casas con jardines decorados y buzones de correo llamativos, que se asemejan a pequeñas casas de muñecas. Las áreas verdes y la sostenibilidad son temas ambientales que reciben especial atención para la ciudad Joinville, la cual mantiene una vasta área de Mata Atlântica preservada, así como desarrolla y realiza proyectos innovadores en materia de sostenibilidad.
Asimismo, en noviembre, y desde hace más de 70 años, la Fiesta de las Flores recibe e inspira con colores y perfumes a los más de 200 mil visitantes que vienen para contemplar alrededor de cinco mil orquídeas. Conciertos nacionales, atracciones culturales, de ocio y gastronomía completan esta otra festividad, considerada uno de los eventos más tradicionales del sur de Brasil, junto al Festival de Danza.
Atracciones turísticas de Joinville
En Joinville se destacan numerosos lugares turísticos, tales como la Catedral Diocesana San Francisco Javier, la cual destaca por su arquitectura. Su edificación posee dos cúpulas que representan la mano de Dios y veinte vitrales que ensalzan el poder divino y las enseñanzas de la iglesia. La Escuela del Teatro Bolshoi es otro de los puntos más destacados, ésta recibe visitas de lunes a sábado; el Pórtico y Molino de la XV, considerada una de las postales de la ciudad, se encuentra en la entrada principal de la ciudad y simboliza la inmigración europea.
Por otro lado, los turistas no pueden dejar de visitar la Calle de las Palmeras, que cuenta con 52 palmeras centenarias las cuales forman una impresionante alameda. La Estación de la Memoria, es
una vieja estación de tren que se ha convertido en un museo que ofrece actividades culturales y de ocio; y destacan también el Museo Nacional de Inmigración y Colonización, así como el Museo de la Bicicleta, el cual es el único de su género en América del Sur, y cuenta con un acervo de más de 16 mil piezas, algunas que datan del siglo XIX. Por fin, cabe destacar que Joinville también es conocida por los seguimientos de Turismo Rural e Turismo Industrial.
Blumenau, la ciudad del Oktoberfest
A 100 Km de Joinville, se encuentra la ciudad del Oktoberfest: Blumenau. Anualmente, este evento que combina cervezas, música y bailes alemanes típicos, llega a atraer entre 400 y 500 mil personas. La fiesta es el segundo mayor evento de su género en el mundo, quedando relegada solo por la fiesta de la cerveza en Múnich, el cual inspiró a la brasileña.
Blumenau ofrece opciones turísticas para todos los gustos y, como Joinville, es garantía de éxito entre los visitantes. Por ejemplo, la arquitectura de la ciudad refleja la influencia alemana, y puede apreciarse especialmente en el barrio de Vila Itoupava; en un verdadero rescate a la memoria del periodo colonial. La mayoría de sus habitantes aún domina el idioma de origen, y sus casas mantienen el estilo “enxaimel” (edificación alemana cuyas fachadas tienen listones de madera en diagonal), adornadas con floreros, jardines y gramados bien cuidados. Asimismo, es posible encontrar platillos especiales y bebidas de fabricación casera.
El Itinerario Cultural se inicia en el Puente de Hierro y pasa por todos los edificios y monumentos en la calle XV de Noviembre, terminando en el antiguo Pazo Municipal. El trayecto puede ser hecho a pie. La calle XV de Noviembre, localizada en el centro de la ciudad, era conocida en el periodo colonial como Calle de la Longaniza, por ser estrecha y llena de curvas. Hoy abriga monumentos históricos, como el Castillito de Moellmann y el Teatro Carlos Gomes. Desde la década de 1920, las baldosas coloreadas sustituyeron los antiguos paralelepípedos, dando un aspecto aún más bucólico a la región.
Para los amantes de la naturaleza, la ciudad ofrece diversas opciones de paseos, como las caminatas por el Parque Ecológico Spitzkopf, con sus cascadas, piscinas naturales y árboles centenarios. Otra alternativa es visitar el Museo de Ecología Fritz Muller, fundado por el naturalista y científico alemán Johann Friedrich Theodor Muller. Ya en el Museo del agua, es posible acompañar el proceso de purificación del agua recogida del Río Itajaí-Açu, además de los métodos utilizados para realizar la purificación a lo largo de la historia. Finalmente, para los que prefieren aventuras más radicales pueden practicar el “arborismo”, técnica de travesía entre plataformas montadas en el alto de las copas de los árboles. Los practicantes del deporte recorren un trayecto en escaleras, tirolesas y puentes.
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