En la actualidad existen algunos mitos sobre la leche que confunden y desinforman a los consumidores. Por esa razón, la Campaña Panamericana de Consumo de Lácteos ¡Sí a la leche!, creada por la Federación Panamericana de Lechería (FEPALE) y promovida por Tetra Pak, presenta seis (6) mitos sobre la leche que debemos olvidar:
Los seres humanos, al igual que todos los seres vivos, tenemos necesidades de nutrimentos para la vida diaria, pero a diferencia de otros mamíferos, nuestro organismo no es capaz de sintetizar la gran mayoría de ellos; por ello, necesitamos obtener estos nutrientes de fuentes externas. En ese sentido, hay que considerar que el ser humano puede conseguir leche de otros mamíferos, lo cual explica que seamos los únicos que sigamos tomándola: somos los únicos que podemos hacerlo.
Por definición, una dieta correcta debe ser equilibrada; es decir, que incluya todos los grupos alimenticios en una proporción equilibrada en el día. Los lácteos pertenecen al grupo de alimentos de origen animal, con un gran aporte de proteínas de alto valor biológico y nutrientes esenciales. Además, son recomendados por las instituciones de salud a nivel mundial y están incluidos en las Guías Alimentarias de todos los países.
Debido a los problemas de obesidad en el mundo, se han realizado diversos estudios científicos e investigaciones que demuestran que las personas que consumen yogurt y leche presentan un menor riesgo de sobrepeso y obesidad. Además, es importante resaltar que la leche contiene sustancias bioactivas que evitan los depósitos de grasa. Como ocurre con cualquier líquido, un vaso de leche antes de las comidas acelera la sensación de saciedad.
En el 2007, el Instituto Americano de Investigación en Cáncer presentó que no hay evidencia convincente que sugiera que el consumo de lácteos esté relacionado con una disminución o incremento en el riesgo de padecer algún tipo de cáncer. Inclusive, gracias a sus componentes, la leche puede ser considerado un anticancerígeno debido al efecto protector del calcio, de ciertos ácidos grasos y la vitamina D.
La leche entera, al igual que otros alimentos de origen animal, contiene grasas saturadas y colesterol, pero es menor a la de otros alimentos como las carnes, los quesos y los postres. Por esta razón, quienes deban bajar los índices de colesterol pueden recurrir a las leches y lácteos bajos en grasa.
La leche es uno de los alimentos más populares de nuestra dieta, debido principalmente a que existe un consenso científico a nivel mundial sobre los beneficios de su consumo. Profesionales de la salud y los más prestigiosos investigadores, basados en la evidencia científica rigurosa, nos dicen que la leche y derivados aportan numerosas bondades a la salud de las personas y deben estar presentes en la alimentación diaria de niños y adultos.
Si desea conocer más sobre la campaña ¡Sí a la Leche! puede visitar www.sialaleche.org.
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