De acuerdo con el Ministerio de Salud en el 2015 cerca de 16,5% de las personas mayores de 20 años sufre de hipertensión arterial2. Esto quiere decir que cerca de 3 millones peruanos son hipertensos. La presión arterial elevada, es un factor de riesgo que se relaciona directamente con la mortalidad por accidente cerebrovascular y con la enfermedad cardíaca isquémica.
La hipertensión arterial produce cambios funcionales en la estructura del corazón, ya que éste se adapta progresivamente a la carga que implica la tensión alta, causando así una hipertrofia o un engrosamiento de las paredes del corazón, haciéndolo menos flexible e incapaz de bombear sangre de manera eficiente.
El esfuerzo excesivo que hace el corazón lleva a mayores requerimientos de oxígeno, lo que conduce a infartos o isquemias del musculo cardíaco. Estos eventos generan a su vez más cambios estructurales, que a su vez generan fallas en el funcionamiento cardiaco, lo que se denomina insuficiencia cardíaca.
Si la hipertensión arterial se logra controlar a través de un tratamiento de largo plazo con la medicación adecuada, dieta saludable y actividad física, se puede reducir el riesgo de sufrir una insuficiencia cardíaca. Adicionalmente, con estos cuidados se pueden evitar los infartos, una de las causas más frecuente de insuficiencia cardíaca en la población general. Se estima que los costos en el 2015 que las hipertensiones arteriales en el país fueron de S/. 450 millones aproximadamente.
Sobre la Hipertensión Arterial (HTA)
Hipertensión es el término que se utiliza para describir la presión arterial alta (HTA), una patología crónica silenciosa en la que, como no se presentan síntomas, el afectado tiende a enterarse de su condición una vez presenta cardiopatías o algún accidente cerebro-cardiovascular.
Existen causas no controlables de la hipertensión arterial, como lo son algunos factores genéticos, la edad o el género, pues los hombres tienden a tener hipertensión conmayor frecuencia.
Pero hay factores de riesgo que sí se pueden controlar, como el sobrepeso y la obesidad. A medida que se aumenta de peso, se eleva la tensión arterial, y esta situación es mucho más evidente en los menores de 40 años y entre las mujeres. El cigarrillo es, a la vez, un factor riesgo.
En algunos casos muy puntuales, la hipertensión arterial puede ser curada. Para la gran mayoría de individuos diagnosticados, el tratamiento busca controlar la situación. Debe seguirse de por vida y está asociado con una reducción de la incidencia de un derrame cerebral, un infarto agudo de miocardio o de insuficiencia cardíaca. En el tratamiento de la hipertensión arterial, si bien se debe incluir modificaciones del estilo de vida, como dieta y ejercicio, debe tener acompañamiento farmacológico recetado por un médico.
El aspecto positivo es que el 80% de los infartos de miocardio y de los AVC prematuros son prevenibles. La dieta sana, la actividad física regular y el abandono del consumo de tabaco son fundamentales. Verificar y controlar los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares e infartos de miocardio, como la hipertensión, niveles elevados de colesterol y niveles elevados de azúcar o diabetes, también es de vital importancia.