Miércoles 24 de abril 2024 | Contáctenos
Mientras los jóvenes se divierten tomando una mezcla de alcohol y energizantes durante los momentos de diversión el organismo sufre, alertan especialistas del Ministerio de Salud.
El Director Ejecutivo de Salud Mental del Minsa, Dr. Yuri Cutipé Cardenas explica que los ingredientes de los energizantes provocan un estado de alerta y euforia, “pero esto es muy peligroso”, apunta. Ya que estas bebidas pueden originar problemas cardiacos (los latidos se alteran).
En tanto que el alcohol modifica el estado de ánimo y la capacidad de percepción. Además disminuye la actividad cerebral. Cuando ambas sustancias se toman juntas, la persona entra en un estado de confusión.
Al respecto, la Jefe del Servicio de Neuropsicología del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas, Rosa Velasco Valderas, detalla que en un episodio de estos morirían cerca de 50 mil neuronas y son afectados los neurotransmisores (sustancias químicas que actúan como mensajeros para la comunicación entre neuronas).
Otros efectos adversos inmediatos de esta combinación son: impulsividad, deterioro de la capacidad de atención y concentración, así como euforia e insomnio.
En el caso de una intoxicación severa, pueden producirse convulsiones, infarto o hemorragia cerebral.
Desarrollo del cerebro
Otro punto en contra del consumo excesivo de alcohol es la alteración del normal desarrollo del cerebro en los jóvenes.
“Un joven menor de 21 años aún no ha completado el proceso de mielinización del cerebro”, recuerda. Por ello, cuando los jóvenes toman en exceso no puede cumplirse la correcta conexión neuronal.
Cifras del consumo episódico exagerado
Un dato preocupante. El consumo excesivo de alcohol, es decir hasta 60 gramos de alcohol puro contenido en una sola ocasión (equivalente a 8 vasos de cerveza), es común en nuestro país, tanto en adultos como jóvenes.
El doctor Yuri Cutipé señala que según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 13.5% de la población peruana consumió alcohol en exceso al menos una vez en los últimos 30 días.
No sería raro que en esta estadística figuren menores desde los 11 años. En lo que va del año, los especialistas del MINSA han atendido a 22 niños de 10 y 11 años por problemas de alcohol así como a 324 adolescentes entre 12 y 14 años, asimismo a 765 jóvenes entre 15 y 17 años y cerca de 1,500 jóvenes entre 18 y 24 años.
En total, entre enero y setiembre de este año se atendieron a casi 9 mil pacientes, según datos de la Oficina General de Estadística e Informática del MINSA. Sin embargo, aún hay muchas personas que no consideran al alcoholismo como una enfermedad y no buscan ayuda.
En esa línea, los especialistas del Ministerio de Salud instaron a la población a evitar el alcohol, buscar actividades recreativas más saludables. Asimismo a los padres de familia acompañar a sus hijos en su desarrollo a fin de prevenir el caer en el alcoholismo.
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