El Real Madrid muestra una vez más que nunca hay que darse por vencido

A los 89 minutos de la segunda etapa todo hacía suponer que el Manchester City no solo estaba dando cuenta de las aspiraciones finalistas del Real Madrid. Al triunfo por 4 a 3 ante el Real, logrado en calidad de anfitrión hacía una semana, en el Etihad Stadium, no le añadía un empate. Qué va. Gracias al tanto del argelino Riyad Mahrez, a los 73 minutos, ayer por la noche, humillando a los dueños de casa, le estaban añadiendo un triunfo y se veían ya, soñando, midiendo fuerzas con el Liverpool, el 28 de mayo en el Estadio de Francia, en París, por hacerse con la preciada Orejona. El premio al campeón entre los campeones en Europa. 

Los minutos que siguieron al minuto 89 constituyeron un rotundo desmentido. El Real Madrid, por obra de Rodrygo, servido en buena forma por Karim Benzema, no solo se contentaría con empatar a los 90 minutos de juego el marcador, lo que dada las circunstancias hubiera constituido un resultado honroso para cualquier equipo. Un minuto y medio después, una vez más por arte del providencial Rodrygo, volteó el marcador y anunció en medio de un enloquecedor griterío que lo que habían supuesto los dirigidos por Pep Guardiola no era más que una quimera.

Lo que sucedió ayer a partir de los noventa minutos de juego es parte del dominio de la antología del balompié planetario. A los dos goles de la perla brasileña, pocos minutos después de iniciado el primer tiempo de las prolongaciones, se añadió el gol de penal del francés Karim Benzema. En cuestión de diez electrizantes minutos, a costa del Manchester City, el Real Madrid había escenificadouna de las volteadas más espectaculares que registra la historia del fútbol.

Habría que retroceder en el tiempo hasta 1999, a la final de la Liga de Campeones de aquel añp para encontrar una volteada semejante. Entonces, el Manchester United, dirigido por el legendario Alex Ferguson, dio cuenta de las aspiraciones del Bayern de Munich. En los minutos finales le volteó, con goles de David Beckham y Sheringham, el partido a los del Bayern de Munich, que se veían ya levantando la siempre codiciada Orejona. 

El 28 de mayo, el Real Madrid medirá fuerzas con el Liverpool. Los dirigidos por  Jürgen Klopp se ganaron el derecho de disputar la final al frustar el proyecto finalista del Villarreal. Los dirigidos por Carlo Ancelotti tratarán de añadir una copa más, nada menos que la de la Liga de Campeones, al rico palmares de este club sin par en el fútbol mundial.