Asimismo, en 1936 Felipe Pinglo abandona el Hospital Dos de Mayo por propia voluntad y retorna a su hogar en la calle Penitencia. Moriría 2 semanas después.
Asimismo, en 1993, el subversivo Víctor Polay Campos, líder del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) es sentenciado a cadena perpetua por un tribunal sin rostro.