Fue la tercera edición de un programa piloto que continuará cada quincena hasta fin de año. Una actividad que busca que los niños de 3 a 8 años que viven alrededor de los sitios arqueológicos conozcan el valor de su patrimonio a través de actividades lúdicas, como las visitas guiadas, la narración de cuentos inspirados en nuestro pasado prehispánico, las caritas pintadas, los talleres creativos, y una impresionante actividad final denominada: El abrazo a la huaca.