"Es el momento de los honestos, de los que no tienen nada que ocultar. Que en los partidos lesionados por la corrupción surjan quienes puedan rescatarlos. Que en las instituciones se activen los indignados. La lentitud, la falta de reflejos, las consideraciones excesivas muestran que en las filas de la anticorrupción no se da la celeridad de aquellos que tenían en la punta de la lengua la famosa pregunta: ¿cuánto hay?", señala María Pilar Tello.